Apocalipsis político
Apocalipsis político
Por: Juan Pritsiolas/ Crítica Juan Pritsiolas/ Crítica -
“La gobernabilidad se fue a la verg…”. Así –incluyendo la “A”, de manera cruda y ruda- describió Leo, lo que sucede en Panamá, tras rechazo legislativo a las designaciones a magistradas de Zuleyka Moore y Ana Lucrecia de Zarak. Ahora hay rencores donde antes había amores.
Unos 52 diputados –sin importar la planilla de $25 millones anuales que tienen asignados- le dijeron no al mandatario Juan Carlos Varela, un hombre que desde el 2009 goza de las mieles del poder, pero que en las postrimerías de su gestión ya resiente el abandono y cada día destila más olor a expresidente.
Varela hasta el 30 de enero había corrido con suerte. Acostumbrado a caminar en el filo de la navaja para derrotar a sus adversarios, ahora tiene el peligro que representa más de las 2/3 partes de los diputados en su contra. Las iglesias están molestas por el coqueteo oficial con lo del matrimonio gay y la sociedad civil ya se distanció de su gobierno. Le piquetean los predios de su vecindario.
Pero aparte, el Secretario de Estado gringo, Rex Tillerson y el jefe de la CIA, Mike Pompeo advirtieron esta semana que la presencia China es un poder imperial depredador y una amenaza por su forma encubierta de influencia en Occidente. Tillerson está de gira en varios países y hay reportes extraoficiales que incluiría una escala en Panamá para hablar con el “jubilado” embajador John D. Feeley. Varela está apostando a la relación China para convertir a Panamá en un centro de reexportación.
Esas y otras “amenazas” hacen que Panamá viva una especie de apocalipsis político, donde los del gobierno son como muertos andantes tras la derrota legislativa, bromeó un entrevistado.
Hay una Corte Suprema incompleta y su presidente renunció; una Asamblea Nacional en rebeldía y un Ejecutivo emputado como el niño que pierde la el partido y se lleva la pelota.
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Quién sabe, sostiene un analista. A lo mejor no sucede nada, porque privan la sobrevivencia personal y política de los panameñistas y los intereses personales de la contraparte.
La clase política ha vivido por 3 quinquenios en conflictos, se atacan según lo negociado y se sacrifican los desechables o las amenazas al status quo. Pero con Varela, el guión se rompió y todo vale, sostuvo el analista.
El entrevistado reconoce que tantos conflictos no son deseables ni para el Presidente, ni para la oposición, ni para las víctimas colaterales como los empresarios o la población más vulnerable. El hastío ya llegó, pero hay pocos que puedan canalizar eso.
Hay quienes sostienen que la concentración de poder obnubiló a Varela y su círculo, que se creían infalibles y sus objetivos específicos con las dos magistradas fallidas, eran blindarse de la pelonera judicial que les viene encima si pierden las elecciones del 2019.
El analista no descarta que con la actual correlación de fuerzas en la Asamblea, la presión del oficialismo se centre en el Tribunal Electoral, como forma de asegurarse una elección sofisticadamente controlada, para que no se tilde de fraudulenta, donde Honduras bien puede ser la probeta del escenario en Panamá.
Panamá casi es un estado policiaco con Aduanas, Migración, UAF, Ministerio Público, la inteligencia y el Ministerio de Seguridad en manos de los militares; en Honduras -la elección sofisticadamente controlada- se sostuvo por los militares y quizás hasta por la derecha continental y el Tío Sam, sustentó.
En el campo del gobierno, Varela parece haber superado la rabieta inicial que lo llevó hasta rechazar la presencia de diputados en la inauguración de la rehabilitación de la carretera a Darién. El viernes –tras conocer la ruta del tren chino a Chiriquí- se le notó más tranquilo y su plan es que le aprueben nuevos magistrados después de los carnavales, pero ese después bien puede extenderse hasta inicios de marzo.
Un alto cargo del panameñismo alega que el CD no respaldó a Moore y Ana Lucrecia más que todo por la presión que representó la votación tan cerca de la elección de Rómulo Roux y su grupo. Sobre el PRD sostiene que están en actitud de ataque y defensa, porque creen que el Ejecutivo tiene las manos metidas para que amplíen al periodo de Martín Torrijos, las investigaciones de Odebrecht y que el gobierno está detrás de la “gallera” del alcalde Eudocio “Pany Pérez.
Para el panameñista, el matrimonio PRD y CD fue coyuntural; tras lo sucedido los diálogos en la Asamblea seguirán y las “mentes frías del gobierno” deben buscar acuerdo. ¿Pero no será Juan Carlos Varela uno de los principales cabezas calientes?
El dirigente del oficialismo –contrario a lo que refleja Varela- reconoce que los “cuarteles no son aliados de nadie” y afirma que el Presidente es un “demócrata por excelencia y nunca haría nada que trastoque la constitución y la ley. El jefe del Ejecutivo, la mañana antes del rechazo de sus designadas, se acuarteló en la Policía para ascender a casi 4 mil uniformados y estuvo escoltado por los jefes de todos los estamentos de seguridad.
Para un exmiembro del CEN del PRD, la alianza contra de las designaciones, fue producto de la tozudez del Gobierno y si éste abandona las negociaciones y niega su real deterioro para recurrir a la presión, se pueden presentar situaciones de riesgo y de peligro a la vida democrática, cuya primera víctima sería el propio gobierno en un escenario donde los cuarteles son aliados pocos leales y no arriesgarán sus beneficios como clan.
Además sostiene que lo de la Corte no puede verse al margen de todo lo que está pasando. Algunos piensan que se apunta a crear condiciones a una Constituyente, pero en eso, el primero en verse afectado sería el mismo gobierno.
Las presiones del oficialismo más que todo se centran ahora en no renovar contratos a recomendados de diputados opositores. Ya se sabe que el llamado grupo de “Los Seis del Solar” del PRD, tienen cerca de 300 cercanos en la planilla estatal.
En varias instituciones ya se le reza a Santa Marta, para que venga el cheque, pero no con la carta.
Por ahora la oposición dice de los dientes para afuera que no se dejará joder del Ejecutivo y propondrá la recomposición de la Comisión de Credenciales, para restarle dos posiciones al Panameñismo por lo que quedaría conformada por 3 diputados del PRD, 3 del CD, 2 del Panameñismo y uno a la bancada minoritaria o a la independiente.
Sin el control de la Comisión de Credenciales se facilita hasta un juicio político al presidente y con apenas dos votos de una subcomisión, lo pueden separar.
Los diputados están a la espera de la siguiente jugada del mandatario, pero de todas formas ya entran en modo de carnaval. Probablemente sesionen hasta el 7 y retornen nuevamente al pleno el 19.
Por los lados de la Corte Suprema, se entiende que la renuncia de José Ayú Prado fue para forzar unas elecciones de la nueva directiva, pero el pleno prefirió mantener el status quo y lo reemplazó por el vicepresidente Hernán De León.
Ahora las Salas de la Corte tienen como presidentes a magistrados encargados: De León La (Sala 4ta), Harry Díaz (Penal) y Abel Zamorano (Tercera).
Pero allí no terminan las cosas extrañas. En el caso de la apelación de la prescripción de los indultos otorgado por el exmandatario Ricardo Martinelli, se introdujeron materias que ni el recurrente ni nadie ha pedido, pretendiendo dictar línea o jurisprudencia, con el propósito no de fregar a “El Loco”, sino para pretender una imputación a diputados con la mera admisión.
Algo peor ocurre, en asuntos judiciales que ya tienen decisión y firmas, recogen nuevas firmas de suplentes a espaldas de los titulares que ya firmaron, para llevarlo nuevamente a discusión y emitir un nuevo fallo
Se han dado casos de que en la parte motiva de una apelación de un hábeas corpus, se pretenden modificar disposiciones del Código Procesal Penal e igual situación se pretende en la parte motiva de una apelación de un incidente de prescripción. Ambas cosas no se pueden hacer.
Todo esto resume la especie apocalipsis político que ocurre en Panamá, donde ya se cruzó del nada pasa, al poco pasa y se puede llegar al límite de la indignación nacional.