¡Panamá se remilitariza!

Sobre la decisión de Varela para la designación de militares en la mayoría de esos cargos, hay dos hipótesis: una, que fue por la incapacidad del Partido Panameñista que no tiene suficientes cuadros para esas posiciones o que le fueron impuestos por EE.UU.

Por: Redacción/Crítica -

Tras la invasión de EE.UU. que derrocó al régimen castrense, todos los gobiernos habían designado civiles en puestos claves de la seguridad del Estado, pero el gobierno del mandatario Juan Carlos Varela ejecuta abiertamente una militarización de todos esos estamentos. El Consejo de Seguridad (Espionaje Presidencial), el Servicio de Protección Institucional (SPI), la Unidad de Análisis Financiero (UAF), la Policía Nacional, Aduanas, Migración y el Sistema Penitenciario están controlados por un aparato militar. Hasta la propia procuradora de la nación, Kenia Isolda Porcell, salió de las entrañas de la agencia de inteligencia al servicio de Varela. Por primera vez en los gobiernos democráticos posinvasión, un militar activo como el comisionado Rolando López Pérez fue nombrado jefe del Consejo Nacional de Seguridad. Pero, además, por primera vez en la historia del país, otro militar, el comisionado Alexis Bethancourt Yau, fue designado director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF). Resalta que tanto la procuradora de la nación como el director de la UAF fueron subjefes del Consejo de Seguridad, es decir, subalternos de Rolando López Pérez. Lo que pone de manifiesto un eje bien coordinado por el mismo grupo. Bethancourt fue formado en el Colegio Militar de Argentina. Era un experto explosivista en la Policía Nacional y luego estudió Derecho. Rolando López Pérez fue tomasito y posteriormente se formó en la escuela Militar Eloy Alfaro. La administración Martinelli lo llevó al estrellato nombrándolo subdirector de Migración. Es hermano del exdiputado perredista por el circuito 9-1, Iván López. En su cuenta de Twitter resalta lemas como: ¡Vivir con Honor y Morir con Gloria! ¡Los sátrapas no podrán contra ti. Dios nos Protege! "Picuiro" -como se le conoce en el mundo castrense- se autoproclama como un hombre "Digno, Justo y Honorable". Es amante del fútbol brasileño. La invasión lo agarró en las instalaciones de la Base Militar de Río Hato cuando apenas era un subteniente. "Picuiro" parece ser el hombre que le habla al oído al presidente Varela. Ha colocado a sus fichas en el Ministerio Público y la UAF. Desde la UAF con su exsubalterno Alexis Bethancourt Yau complementa las labores de espionaje típico con la inteligencia financiera. De diciembre a la fecha, el gobierno de Varela ha reformado dos veces el decreto que creó la UAF para facilitar sus actividades de inteligencia y hasta los facultó para presentar denuncias directamente ante el Ministerio Público. Al grupo militar se le suma Omar Pinzón, a quien le une una vieja fraternidad con "Picuiro". Pinzón y "Picuiro" son comprovincianos de Veraguas. "Picuiro" tiene a su servicio a un plural número de efectivos del antiguo G-2, que son los que verdaderamente tienen la experiencia para el manejo del aparato de inteligencia que hoy tiene a su servicio Juan Carlos Varela. En el SPI cuentan con el comisionado Eric Estrada, a quien reciclaron del Senafront para el cargo de la seguridad presidencial. En su formación figuran el Curso de Comando y Estado Mayor Conjunto del Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (Whinsec), en Georgia. Antiguos compañeros de este oficial alegan que es muy dado a ver "conspiraciones" en todos lados. La parte militar de Aduanas está a cargo del mayor Humberto Macea, quien fue miembro del movimiento golpista del 16 de marzo de 1988. Macea es subdirector y operativo de Aduanas. Se le considera también como una ficha del banquero Alberto Vallarino. En las prisiones el jefe es el comisionado David Ramos. En La Gran Joya y en la cárcel de Colón tienen a cargo a dos militares del grupo del 16 de marzo: Fernando Quesada Martínez y Clarence Green. En Migración está al frente el comisionado Javier Carrillo; en el Senafront, Frank Ábrego, y en el Senan, Belsio González, quienes estaban en esos cargos desde el gobierno de Ricardo Martinelli. Sobre la decisión de Varela para la designación de militares en la mayoría de esos cargos, hay dos hipótesis: una, que fue por la incapacidad del Partido Panameñista que no tiene suficientes cuadros para esas posiciones o que le fueron impuestos por EE.UU. Estos oficiales tienen una formación antipartido político y no se descarta que en una situación incontrolable en Panamá, puedan surgir como una fórmula impulsada por los gringos, estimó una fuente consultada por este diario. En el aparato de inteligencia deVarela también hay elementos del antiguo G-2 haciendo y recolectando información y oficiales jubilados ayudan a armar expedientes para figuras del CD y del PRD.


Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.