Derrota que indigesta
Muy poco tiempo transcurrió entre un Barça que se paseaba por todos los escenarios, incluso levantando el pie de acelerador para no avasallar a sus rivales,
Muy poco tiempo transcurrió entre un Barça que se paseaba por todos los escenarios, incluso levantando el pie de acelerador para no avasallar a sus rivales, a uno que, sin ir más lejos el martes, acabó un partido asumiendo falta de intensidad y actitud.
El Barcelona necesitaba un punto contra el Ajax para asegurarse el primer puesto del grupo H, y así afrontar sin ningún tipo de presión el último partido de la liguilla contra el Celtic -ya eliminado- y esperar el sorteo de octavos con la garantía de tener el encuentro de vuelta en su estadio.
El Ajax, que no podía menos que luchar por un triunfo para seguir con opciones de agarrar una de las dos plazas para octavos, se tomó el partido en serio, ya que pasó por encima de su rival hasta el punto de conceder la primera aproximación a su área en el minuto 8, aunque al final acabó siendo fuera de juego de Iniesta.
Las dos velocidades que se vieron en el Ámsterdam Arena, la efervescente del Ajax y la ramplona y desacompasada del Barça, ilustran una vez más que este año el equipo catalán no solo tiene problemas con el control del balón o la posesión del mismo, algo impensable hace años, sino con factores como la intensidad o actitud, como así han subrayado algunos de sus jugadores.
Sin ir más lejos, el Barça de Gerardo Martino estaba a punto de superar una de las incontables marcas que dejó el conjunto que dirigió durante cuatro años Josep Guardiola -con un arranque de 21 partidos sin perder.