Dopaje de A-Rod es el más potente jamás visto
Para varios expertos en medicina y ‘doping’, la verdadera amenaza fue la sofisticada combinación de químicos, que incluía testosterona, hormona de crecimiento humano y factor de
Estados Unidos/AP / Estados Unidos/APPara varios expertos en medicina y ‘doping’, la verdadera amenaza fue la sofisticada combinación de químicos, que incluía testosterona, hormona de crecimiento humano y factor de crecimiento insulínico.
Si Anthony Bosch estuviese aún en lo suyo, apuéstele a esto: su teléfono estaría sonando a reventar a cada segundo y en el otro lado de la línea estarían atletas interesados en ordenar la “terapia de A-Rod”.
Este individuo que aprendió por sus propios medios a ser un gurú del dopaje es quien -mediante su testimonio y archivos- dejó en evidencia a Alex Rodríguez. Por momentos dio la impresión de que era un charlatán cuando detalló el régimen de sustancias dopantes que suministró a Rodríguez.
Habló de brebajes con nombres como “gummies”, “jabón líquido”, “crema rosada”, “crema azul” y hasta una “crema de noche”, cada una era una diversa dosis de testosterona que se le hacía llegar a A-Rod de distintas maneras durante el día.
Aunque esos nombres suenen absurdos, no se ría. Un atleta de élite haría gárgaras hasta con aceite de motor si tuviese la convicción de que eso le ayudaría a mejorar su rendimiento sin dar positivo en un control antidopaje.
Y a diferencia del aerosol con extractos de cuernos de venado y otras raras cremas que el “linebacker” de los Ravens Ray Lewis trató de justificar en el Super Bowl 2013, prácticamente todo lo que Bosch le suministró a A-Rod por 12,000 dólares mensuales surtió efecto.
Sorprendió a todos
Poniendo a un lado los alardes de científico de Bosch, lo que hizo fue “probablemente la combinación de sustancias dopantes más potente y sofisticada para un atleta que hayamos visto”, dijo Travis Tygart, el director ejecutivo de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos.
Tygart indicó que la rutina de dopaje que Bosch preparó incluyó docenas de controles sanguíneos para medir el metabolismo de las sustancias y determinar el momento apropiado para usar las dosis. Había toda clase de químicos y drogas para fertilidad femenina hasta testosterona, hormona de crecimiento humano y factor de crecimiento insulínico.
“Era un potente coctel de sofisticadas sustancias combinadas para generar fuerza, ayudar en la recuperación, evitar ser detectados y producir un campeón de jonrones”, añadió el especialista en medicina.
El doctor Gary Wadler, exdirector del panel que confecciona la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje, añadió que “todo fue ilegal de principio hasta el final y no todo fue científico, pero seamos honestos. Este individuo Bosch sabe mucho de lo que habla”.
Tygart saca consuelo de los avances que ha tenido el programa de controles de Grandes Ligas, pues dificulta que un jugador pueda esquivar ser detectado usando el mismo régimen hoy. En cambio, agregó que la verdadera amenaza fue el sofisticado y amplio conocimiento sobre rutinas de dopaje que Bosch, que no es un médico con licencia, pudo adquirir y suministrar.
Tygart se refirió específicamente a un intercambio en el que Rodríguez le dijo a Bosch que se acercaba un juego importante y le preguntó sobre si debía ingerir los “gummies” -una tableta con testosterona- a las 10:45 de la mañana en caso que tenga que someterse a un control antidopaje tras el partido. La respuesta de Bosch fue “10:30”.
“Miren, nadie puede andar diciendo con semejante certeza cuál es el preciso lapso de tiempo (para evitar ser detectado)”, dijo Tygart. “Y mucha gente sabe que una pequeña dosis, con una testosterona que surte efecto rápidamente, realmente no proveerá mucho estímulo. Pero hay que verlo como parte de un régimen integral (de dopaje) para los controles a los que hay someterse durante la temporada. Es como un mantenimiento; será difícil de detectar, además de que las otras drogas que usas sean más efectivas”.