Jornada electoral en calma
Costa Rica vivió una segunda ronda de elección presidencial en calma y sin irregularidades, pero con el abstencionismo como principal preocupación de los candidatos y del Gobierno.
San José / ACAN-EFECosta Rica vivió una segunda ronda de elección presidencial en calma y sin irregularidades, pero con el abstencionismo como principal preocupación de los candidatos y del Gobierno.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) indicó que el proceso electoral transcurrió “con tranquilidad”, “serenidad” y “sin irregularidades graves”, con una población que se está “tomando muy en serio” la elección.
“Debemos felicitar al pueblo costarricense porque se está tomando muy en serio la responsabilidad de elegir presidente”, expresó en una conferencia de prensa el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, después de transcurrida la mitad de la jornada.
Aclaró que el tribunal no hace mediciones del nivel de votación, por lo que no tiene manera de determinar cuántas personas han votado hasta el momento.
El candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís, y el del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya, hicieron llamados reiterados a la población para que acudan a las urnas.
Solís se había establecido como meta alcanzar un millón de votos, lo que equivale a la tercera parte del padrón electoral, una cifra muy ambiciosa jamás alcanzada en la historia del país por algún aspirante presidencial.
Durante el día, Solís asistió a primera hora a una misa en la Catedral Metropolitana de la capital, luego acompañó a su padre Freddy a votar y visitó la tumba de su madre Vivian Rivera, en el cementerio de San Pedro, en el este de San José.
Por su lado, Johnny Araya dijo que a pesar de haberse retirado de la campaña hace un mes al considerar que no tenía posibilidades de ganar, sigue conservando las “esperanzas de alcanzar la presidencia”. Araya aseguró que “es previsible que vayamos a tener un alto nivel de abstencionismo”.
Al cierre de esta página no habían cifras oficiales sobre el ganador de los comicios.