Misas multitudinarias y vigilias en Sudáfrica para despedir a Tutu
La principal ceremonia de esta jornada tuvo lugar por la tarde en el Ayuntamiento de Ciudad del Cabo (suroeste) -la urbe de la que Tutu era arzobispo emérito y donde vivía- en forma de servicio interreligioso al que asistieron representantes de la familia y de la Fundación Tutu, así como autoridades locales.
Cientos de Sudafricanos siguieron este miércoles los servicios religiosos y vigilias organizados por todo el país para rendir tributo y decir adiós al Nobel de la Paz Desmond Tutu, fallecido el pasado 26 de diciembre.
La principal ceremonia de esta jornada tuvo lugar por la tarde en el Ayuntamiento de Ciudad del Cabo (suroeste) -la urbe de la que Tutu era arzobispo emérito y donde vivía- en forma de servicio interreligioso al que asistieron representantes de la familia y de la Fundación Tutu, así como autoridades locales.
“La familia está muy agradecida por la efusión de amor y apoyo. Sentimos que esto hace el dolor de la separación más fácil, pero también refleja el ejemplo del hombre cuya vida estamos celebrando”, expresó la activista Mamphela Ramphele, en nombre de los allegados de Tutu.
El acto contó con actuaciones musicales e intervenciones de representantes de distintos credos, como el cristianismo, el islam, el hinduismo o religiones tradicionales africanas, entre otros.
"El arzobispo era claro en su creencia de que 'Dios pertenecía a todos' y la ciudad rendirá tributo a su espíritu de inclusividad", señaló el Ayuntamiento de Cape Town al convocar el acto en un comunicado.
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Asimismo, esta mañana destacó el acto de oración organizado en la calle donde vivió Tutu -los antiguos guetos de Soweto (en el suroeste de Johannesburgo)- durante el final de la década de los años setenta y el comienzo de los ochenta, una época que figuró entre las más cruentas del régimen de segregación racista del "apartheid".
"Fue el arzobispo Tutu el que acuñó la expresión 'nación arcoiris', describiendo lo que somos como nación", enfatizó durante el acto Mpho Phalatse, alcaldesa de Johannesburgo, tras recordar que en esa misma vía (la calle Vilakazi) residieron dos premios Nobel: Tutu y Nelson Mandela.
"Los vimos caminar y empezar el viaje del sueño que tenían por esta nación, el sueño de una Sudáfrica pacífica, el sueño de una Sudáfrica unida y reconciliada", destacó Phalatse.
Este miércoles también hubo homenajes en otros puntos del país, como en la región del Estado Libre, donde la diócesis anglicana local celebró una misa en recuerdo del fallecido Nobel de la Paz en la ciudad de Bloemfontein.
Los homenajes continúan así por cuarta jornada consecutiva en Sudáfrica para despedir a una de las figuras más queridas y respetadas de su historia reciente.
Tras prever que una gran cantidad de sudafricanos acudirá a ofrecer sus respetos cuando el féretro de Tutu sea expuesto antes del funeral de Estado del próximo sábado, la Fundación Tutu y las autoridades decidieron hoy que la capilla ardiente pública dure dos jornadas y comience mañana, en lugar de limitarla al viernes.
Galardonado con el Nobel de la Paz en 1984 por su lucha contra la opresión racial del "apartheid", a Tutu se le considera una de las figuras clave de la historia contemporánea sudafricana.
Su trayectoria estuvo marcada por una constante defensa de los derechos humanos, algo que le llevó a desmarcarse en numerosas ocasiones de la jerarquía eclesiástica para defender abiertamente posiciones como los derechos de los homosexuales o la eutanasia.
En los últimos años se había mantenido alejado de la vida pública debido a su avanzada edad y a los problemas de salud que arrastraba desde hacía años, incluido un cáncer de próstata. EFE