Mundo - 05/11/13 - 02:12 PM
Subastarán copia del testamento de Napoleón
La misiva original, de puño y letra de Napoleón con su letra ilegible, se encuentra en los archivos nacionales de Francia y no está a la venta. Se espera que la única copia, escrita por un asesor cercano, alcance un precio de 120.000 euros (162.000 dólares).
París
AP
Un Napoleón ya frágil sabía que su fin estaba cerca cuando escribió su testamento y pidió que sus cenizas fueran desperdigadas en las márgenes del Sena entre el pueblo francés al que amaba.
Esta inusual muestra de emoción por parte del alguna vez poderoso emperador de Francia puede palparse en la única copia conocida del documento histórico, la cual será subastada el miércoles por la Casa Drouot en París. Permite un vistazo a los últimos momentos de su vida al revelar emociones que no solía mostrar.
Napoleón escribió la carta el 16 de abril de 1821, a los 51 años y enfermo, unos 19 días antes de su muerte. ``Hijo, es hora de que me vaya, puedo sentirlo'', le escribió a un amigo, de acuerdo con las notas de la subasta.
La misiva original, de puño y letra de Napoleón con su letra ilegible, se encuentra en los archivos nacionales de Francia y no está a la venta. Se espera que la única copia, escrita por un asesor cercano, alcance un precio de 120.000 euros (162.000 dólares).
``Este documento es muy especial en medio de la enorme masa de documentos producidos en la era de Napoleón'', dijo Pierre Gheno, experto en el emperador francés. ``Al escribir, Napoleón siempre se refería a hechos. Pero aquí vemos emoción, cuando dice que desea que sus cenizas sean desperdigadas en las márgenes del Sena entre sus queridos franceses. Sabía que estaba muriéndose''.
Sin embargo, los deseos del líder no se cumplieron del todo, ya que unas dos décadas después sus cenizas fueron transferidas al Palacio de los Inválidos en París, en 1840.
Los historiadores dicen que el nuevo rey ignoró los deseos plasmados en el testamento y demoró traer los restos de Napoleón de vuelta a París por temor a que su legado estuviera demasiado vinculado con la Revolución Francesa.
El testamento también pide que los bienes que le quedaban fueran distribuidos entre sus amigos cercanos exiliados en la isla de Santa Elena. El documento revela lo poco que tenía durante sus seis años de cautiverio en manos de los británicos tras su derrota en Waterloo en 1815.
El temido general, que conquistó la mitad de Europa, ya sólo tenía unas pocas joyas, esculturas, una vajilla de porcelana y una pintura.
``Vivía en una casa muy modesta. Prácticamente no tenía nada'', dijo Gheno.
AP
Un Napoleón ya frágil sabía que su fin estaba cerca cuando escribió su testamento y pidió que sus cenizas fueran desperdigadas en las márgenes del Sena entre el pueblo francés al que amaba.
Esta inusual muestra de emoción por parte del alguna vez poderoso emperador de Francia puede palparse en la única copia conocida del documento histórico, la cual será subastada el miércoles por la Casa Drouot en París. Permite un vistazo a los últimos momentos de su vida al revelar emociones que no solía mostrar.
Napoleón escribió la carta el 16 de abril de 1821, a los 51 años y enfermo, unos 19 días antes de su muerte. ``Hijo, es hora de que me vaya, puedo sentirlo'', le escribió a un amigo, de acuerdo con las notas de la subasta.
La misiva original, de puño y letra de Napoleón con su letra ilegible, se encuentra en los archivos nacionales de Francia y no está a la venta. Se espera que la única copia, escrita por un asesor cercano, alcance un precio de 120.000 euros (162.000 dólares).
``Este documento es muy especial en medio de la enorme masa de documentos producidos en la era de Napoleón'', dijo Pierre Gheno, experto en el emperador francés. ``Al escribir, Napoleón siempre se refería a hechos. Pero aquí vemos emoción, cuando dice que desea que sus cenizas sean desperdigadas en las márgenes del Sena entre sus queridos franceses. Sabía que estaba muriéndose''.
Sin embargo, los deseos del líder no se cumplieron del todo, ya que unas dos décadas después sus cenizas fueron transferidas al Palacio de los Inválidos en París, en 1840.
Los historiadores dicen que el nuevo rey ignoró los deseos plasmados en el testamento y demoró traer los restos de Napoleón de vuelta a París por temor a que su legado estuviera demasiado vinculado con la Revolución Francesa.
El testamento también pide que los bienes que le quedaban fueran distribuidos entre sus amigos cercanos exiliados en la isla de Santa Elena. El documento revela lo poco que tenía durante sus seis años de cautiverio en manos de los británicos tras su derrota en Waterloo en 1815.
El temido general, que conquistó la mitad de Europa, ya sólo tenía unas pocas joyas, esculturas, una vajilla de porcelana y una pintura.
``Vivía en una casa muy modesta. Prácticamente no tenía nada'', dijo Gheno.