Nacional - 18/10/13 - 11:19 AM
Acuerdo sobre las cumbres bienales y diferencias sobre la financiación
La reunión comienza a las 15.00 hora local (las 20.00 GMT), cuatro horas antes de la inauguración oficial de la XXIII Cumbre Iberoamericana, que se desarrollará hoy y mañana con notables ausencias, entre ellas las del rey Juan Carlos I de España, y los presidentes de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Uruguay, Guatemala, Venezuela y Cuba.
Panamá
EFE
Los cancilleres de los países iberoamericanos preparan hoy los documentos que serán aprobados por los mandatarios partiendo de un acuerdo general para convertir las cumbres en bienales, pero con diferencias en torno a la financiación de la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB).
La reunión comienza a las 15.00 hora local (las 20.00 GMT), cuatro horas antes de la inauguración oficial de la XXIII Cumbre Iberoamericana, que se desarrollará hoy y mañana con notables ausencias, entre ellas las del rey Juan Carlos I de España, y los presidentes de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Uruguay, Guatemala, Venezuela y Cuba.
Los cancilleres darán luz verde a los documentos que han sido preparados en los meses anteriores a la cumbre y ultimados el jueves por los coordinadores nacionales.
Analizarán el texto de la "Declaración de Panamá", que recoge una serie de compromisos generales en cuatro apartados, política, economía, asuntos sociales y cultura; un Plan de Acción, la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana y una decena de comunicados sobre asuntos puntuales propuestos por diversos países.
España va a ofrecer a los países iberoamericanos la posibilidad de compartir espacios en sus sedes diplomáticas en aquellos países en los que no tengan embajadas.
El texto central de la Cumbre de Panamá gira en torno a la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, que fija los cambios que serán introducidos en el único foro que reúne anualmente a los jefes de estado y de gobierno de los países de América Latina, España, Portugal y Andorra.
Hay un acuerdo total sobre la transformación de los encuentros en bienales a partir de 2015, ya que el próximo año se celebrará la última cumbre anual en la ciudad mexicana de Veracruz.
El otro aspecto relevante es la reestructuración de la Secretaria General Iberoamericana, el órgano coordinador de las cumbres puesto en marcha con sede en Madrid en 2005 con el político y economista uruguayo Enrique Iglesias al frente.
Iglesias, de 83 años, dejará la SEGIB en los próximos meses y la comunidad iberoamericana busca a su sucesor o sucesora, aunque previsiblemente el nombre del relevo no saldrá de la cita de Panamá, ya que la presidencia y país anfitrión desea posponer ese asunto para que no eclipse el resto de temas.
De momento, solo el nombre de la política costarricense Rebeca Grynspan, de 57 años, suena para suceder a Iglesias.
Grynspan es secretaria general adjunta de la ONU y Administradora asociada del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desde febrero de 2010. Fue también vicepresidenta de su país y ministra de varias carteras, por lo que tiene la experiencia de gobierno e internacional que requiere el cargo.
Los mandatarios, según fuentes concordantes, dejarán ese tema para que lo solucionen los cancilleres en los próximos meses, aunque no se excluye totalmente que pueda decidirse finalmente en Panamá.
Otro asunto que dejarán para más adelante es el reparto de las cuotas de financiación de la SEGIB, que tiene un presupuesto anual de 7 millones de euros, que en la actualidad asume la mayor parte España, con el 60 %, Portugal aporta un 10 %, y los países de América Latina en su conjunto el restante 30 %.
Fuentes de la organización confirmaron a Acan-Efe que los mandatarios darán luz verde a la creación de un Grupo de Trabajo que se ocupará en los próximos meses de establecer un mecanismo para un nuevo reparto de las cuotas de modo que se vaya a un reequilibrio que rebaje la aportación de España y Portugal, hasta un 60 % total y suba la de Latinoamérica hasta un 40 %.
El Grupo de Reflexión, encabezado por el ex presidente chileno Ricardo Lagos, que preparó el informe sobre la reforma de las cumbres, que aprobarán los gobernantes en Panamá, propuso cambiar la proporción de manera que la Península Ibérica asuma el 60 % y Latinoamérica el 40 %, en el horizonte de dejarlo en el futuro en un 50-50 por ciento.
El reequilibrio de la financiación de la SEGIB entraría en vigor a partir de 2015, según el borrador de la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, el documento que deben aprobar los jefes de estado y gobierno, al que tuvo acceso Acan-Efe.
Los representantes de los países trabajaron asimismo sobre una propuesta que contempla aprobar el cambio de la actual distribución de las cuotas que aportan los países para pasar gradualmente en tres años -de 2015 a 2017- del reparto actual al de un 60 % España y Portugal y 40 % Latinoamérica.
Este reparto quedaría en la parte correspondiente a América Latina (2,3 millones de euros en 2015; 2,5 en 2016; y 2,8 en 2017) y sería distribuida según se acuerde en 2014 por los representantes de los países.
Las cuotas correspondientes a España, serían de 4,3 millones euros en 2015; 4,1 en 2016 y 3,8 en 2017. En el caso de Portugal serían 346.505,97 euros en 2015; 346.505,97, en 206 y 345.505,97 en 2017.
Andorra asumiría por su parte 6.768 euros en 2015; 6.768 en 2016 y 6.768 en 2017, según la distribución incluida en un proyecto de resolución al que tuvo acceso Acan-Efe
EFE
Los cancilleres de los países iberoamericanos preparan hoy los documentos que serán aprobados por los mandatarios partiendo de un acuerdo general para convertir las cumbres en bienales, pero con diferencias en torno a la financiación de la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB).
La reunión comienza a las 15.00 hora local (las 20.00 GMT), cuatro horas antes de la inauguración oficial de la XXIII Cumbre Iberoamericana, que se desarrollará hoy y mañana con notables ausencias, entre ellas las del rey Juan Carlos I de España, y los presidentes de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Uruguay, Guatemala, Venezuela y Cuba.
Los cancilleres darán luz verde a los documentos que han sido preparados en los meses anteriores a la cumbre y ultimados el jueves por los coordinadores nacionales.
Analizarán el texto de la "Declaración de Panamá", que recoge una serie de compromisos generales en cuatro apartados, política, economía, asuntos sociales y cultura; un Plan de Acción, la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana y una decena de comunicados sobre asuntos puntuales propuestos por diversos países.
España va a ofrecer a los países iberoamericanos la posibilidad de compartir espacios en sus sedes diplomáticas en aquellos países en los que no tengan embajadas.
El texto central de la Cumbre de Panamá gira en torno a la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, que fija los cambios que serán introducidos en el único foro que reúne anualmente a los jefes de estado y de gobierno de los países de América Latina, España, Portugal y Andorra.
Hay un acuerdo total sobre la transformación de los encuentros en bienales a partir de 2015, ya que el próximo año se celebrará la última cumbre anual en la ciudad mexicana de Veracruz.
El otro aspecto relevante es la reestructuración de la Secretaria General Iberoamericana, el órgano coordinador de las cumbres puesto en marcha con sede en Madrid en 2005 con el político y economista uruguayo Enrique Iglesias al frente.
Iglesias, de 83 años, dejará la SEGIB en los próximos meses y la comunidad iberoamericana busca a su sucesor o sucesora, aunque previsiblemente el nombre del relevo no saldrá de la cita de Panamá, ya que la presidencia y país anfitrión desea posponer ese asunto para que no eclipse el resto de temas.
De momento, solo el nombre de la política costarricense Rebeca Grynspan, de 57 años, suena para suceder a Iglesias.
Grynspan es secretaria general adjunta de la ONU y Administradora asociada del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desde febrero de 2010. Fue también vicepresidenta de su país y ministra de varias carteras, por lo que tiene la experiencia de gobierno e internacional que requiere el cargo.
Los mandatarios, según fuentes concordantes, dejarán ese tema para que lo solucionen los cancilleres en los próximos meses, aunque no se excluye totalmente que pueda decidirse finalmente en Panamá.
Otro asunto que dejarán para más adelante es el reparto de las cuotas de financiación de la SEGIB, que tiene un presupuesto anual de 7 millones de euros, que en la actualidad asume la mayor parte España, con el 60 %, Portugal aporta un 10 %, y los países de América Latina en su conjunto el restante 30 %.
Fuentes de la organización confirmaron a Acan-Efe que los mandatarios darán luz verde a la creación de un Grupo de Trabajo que se ocupará en los próximos meses de establecer un mecanismo para un nuevo reparto de las cuotas de modo que se vaya a un reequilibrio que rebaje la aportación de España y Portugal, hasta un 60 % total y suba la de Latinoamérica hasta un 40 %.
El Grupo de Reflexión, encabezado por el ex presidente chileno Ricardo Lagos, que preparó el informe sobre la reforma de las cumbres, que aprobarán los gobernantes en Panamá, propuso cambiar la proporción de manera que la Península Ibérica asuma el 60 % y Latinoamérica el 40 %, en el horizonte de dejarlo en el futuro en un 50-50 por ciento.
El reequilibrio de la financiación de la SEGIB entraría en vigor a partir de 2015, según el borrador de la Resolución sobre la Renovación de la Conferencia Iberoamericana, el documento que deben aprobar los jefes de estado y gobierno, al que tuvo acceso Acan-Efe.
Los representantes de los países trabajaron asimismo sobre una propuesta que contempla aprobar el cambio de la actual distribución de las cuotas que aportan los países para pasar gradualmente en tres años -de 2015 a 2017- del reparto actual al de un 60 % España y Portugal y 40 % Latinoamérica.
Este reparto quedaría en la parte correspondiente a América Latina (2,3 millones de euros en 2015; 2,5 en 2016; y 2,8 en 2017) y sería distribuida según se acuerde en 2014 por los representantes de los países.
Las cuotas correspondientes a España, serían de 4,3 millones euros en 2015; 4,1 en 2016 y 3,8 en 2017. En el caso de Portugal serían 346.505,97 euros en 2015; 346.505,97, en 206 y 345.505,97 en 2017.
Andorra asumiría por su parte 6.768 euros en 2015; 6.768 en 2016 y 6.768 en 2017, según la distribución incluida en un proyecto de resolución al que tuvo acceso Acan-Efe