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Gobierno de Panamá echa atrás polémica terminal petrolera en isla paradisiaca
La isla, de 74 hectáreas y ubicada cerca del Canal de Panamá, es un ecosistema único en el que llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año, entre otras especies.
El Gobierno de Panamá echó atrás este viernes un polémico proyecto de construcción de una terminal petrolera en una isla del Pacífico cercana al canal interoceánico y considerada un santuario de aves marinas.
El Consejo Económico Nacional (CENA), integrado por distintos ministerios, informó en un comunicado que dejó "sin efecto" el contrato de arrendamiento firmado entre el Municipio de Taboga y la empresa Bona Pacific Corp. para el levantamiento de una terminal en Isla Boná.
El CENA, que avaló inicialmente el contrato el pasado marzo, explicó que cambió de opinión de forma "unánime" tras recibir quejas de la Contraloría General de la República y del Ministerio de Ambiente, que defiende que Isla Boná forma parte del Corredor Marítimo de Panamá.
"La finalidad del arrendamiento sería incompatible con los fines para los cuales fue creado este Corredor Marítimo", agregó el comunicado.
El CENA, que avaló inicialmente el contrato el pasado marzo, explicó que cambió de opinión de forma "unánime" tras recibir quejas de la Contraloría General de la República y del Ministerio de Ambiente, que defiende que Isla Boná forma parte del Corredor Marítimo de Panamá.
"La finalidad del arrendamiento sería incompatible con los fines para los cuales fue creado este Corredor Marítimo", agregó el comunicado.
La isla, de 74 hectáreas y ubicada cerca del Canal de Panamá, es un ecosistema único en el que llegan a anidar y reproducirse miles de aves marinas cada año, entre otras especies.
Los ambientalistas llevan varias semanas manifestándose para pedir la suspensión del proyecto y que se declare la isla un refugio de vida silvestre para blindarla totalmente.
La protección de la isla es una demanda también de organizaciones internacionales como el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), uno de los centros más importantes de Estados Unidos.
El proyecto que la compañía Bona Pacific Corp (BPC) tenía pensado construir en la isla -y al que también se oponía el sector hotelero- es una terminal petrolera de alto calado, que requiere una inversión de 260 millones de dólares.
La obra incluía la construcción de un muelle flotante de 50 metros, un helipuerto y ocho tanques con una capacidad de 100.000 barriles de petróleo cada uno, según la página web de la empresa.
La terminal iba a abastecer de combustible a los miles de buques que usan el canal interoceánico, por el que pasa el 6 % del comercio mundial y se conectan más de 1.700 puertos en 160 países.