Panamá actuó conforme a la resolución dictada el 7 de marzo pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU al abordar el barco norcoreano Chong Chon Gang, donde se ubicaron componentes para misiles tierra-aire.
Redacción Panamá actuó conforme a la resolución dictada el 7 de marzo pasado por el Consejo de Seguridad de la ONU al abordar el barco norcoreano Chong Chon Gang, donde se ubicaron componentes para misiles tierra-aire.La Resolución 2094 obliga a los estados miembros de la ONU a inspeccionar el cargamento norcoreano si el Estado anfitrión tiene motivos suficientes para creer que el cargamento contiene armas convencionales, materiales nucleares o balísticos.
Así las cosas, la operación panameña se enmarca de la legalidad y ahora corresponde ampliar la investigación para determinar cómo se transporta ese material bélico en una barco procedente de Cuba y cuya carga declarada eran 250 mil quintales de azúcar.
La existencia de un Canal Interoceánico en el país obliga a mantener una neutralidad, pero tampoco podemos hacernos los ciegos ante una eventual violación a las medidas adoptadas por las Naciones Unidas.La investigación de ese tipo de trasiego de armas es complicada, sobre todo para conocer la ruta, así como el origen y destino de la carga, ya que los expertos aseguran que el barco norcoreano no tenía encendido el Sistema Automático de Identificación desde hacía varias semanas.No es el primer caso de tráfico de armas vía Panamá; ya antes se dieron el caso del “Karina”, el “Pia Vesta” y más reciente el “"Otterloo".
Sin duda que la de ahora no es una situación fácil, porque hay aspectos que guardan relación con la política internacional y leyes locales.