Chantaje
RedacciónPanamá no puede acceder a las pretensiones del Grupo Unidos por el Canal de elevar en un 50 por ciento el costo de la construcción del tercer juego de esclusas. Ese consorcio tuvo la oportunidad de analizar el pliego de cargo, los costos estimados y ellos son los responsables de presentar una oferta muy por debajo del resto de los competidores.
Presentar una propuesta de 3,118 millones de dólares, para pretender ahora un reclamo de sobrecostos de 1,600 millones -es decir 50 por ciento más de su oferta original- es irresponsable y más que se amenace con suspender la obra si la Autoridad del Canal de Panamá, no accede a esos reclamos.
Al paso del tiempo, parecen ser ciertos las advertencias conocidas a través de Wikileaks, cuando la embajada de Estados Unidos ponía en duda la capacidad de algunas de las empresas involucradas en el Grupo Unidos por el Canal. Ahora con un análisis frío se concluye que la mejor opción para ejecutar la ampliación era la compañía Bechtel, que por décadas tuvo una relación con la antigua Comisión del Canal ejecutando diversos proyectos.
La ampliación del Canal es el principal proyecto que ejecuta Panamá en toda su historia y el país no debe permitir chantaje de compañías que no hicieron sus cálculos adecuados y que ahora buscan presionar y afectar la imagen de toda la nación.
La ACP no debe demorar más de lo previsto la solución del conflicto y debe prepararse para ejecutar la fianza de garantía y asignar a una compañía responsable la terminación del proyecto.