En manos de la ONU
La decisión panameña de dejar en manos del Consejo de Seguridad de la ONU la evaluación de las 240 toneladas de armamento no declarado y procedente de Cuba que fue hallado en el barco norcoreano Chong Chon Gang, es lo mejor.
La decisión panameña de dejar en manos del Consejo de Seguridad de la ONU la evaluación de las 240 toneladas de armamento no declarado y procedente de Cuba que fue hallado en el barco norcoreano Chong Chon Gang, es lo mejor.
Sin duda que debió haber información de inteligencia de alto nivel para que las autoridades panameñas procedieran a abordar hace 8 días el barco, que transportaba complejos coheteriles antiaéreos, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de ese tipo de aeronave escondidos bajo 10,000 toneladas de azúcar.
El país hizo lo que dispone la ONU: abordar dentro de sus aguas territoriales un barco norcoreano bajo la sospecha de transportar una carga ilícita.
Así las cosas, no valen amenazas, si no el dictamen de los especialistas de las Naciones Unidas y tanto Panamá como Cuba y Corea del Norte, tienen que acatar lo que se decida.
La ONU debe analizar los argumentos de Cuba y de Corea del Norte; lo cierto es que si eran armamentos obsoletos, lo correcto es que debía estar declarado como parte de la carga y no oculto.
Panamá cuenta con un Canal que sirve al comercio mundial, por lo tanto, no puede permitir que de buenas a primeras se transiten con armas no declaradas por sus esclusas. Cuba, Corea del Norte y cualquier otra nación deben respetar eso.