Opinión - 13/2/14 - 01:36 AM

Infiernillo político

B ueno, bueno, no obstante que más de la mitad de los electores está inscrito en un partido político, la percepción de que estos han perdido fuerza

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Ramón Jiménez Vélez / Ramón Jiménez Vélez

B ueno, bueno, no obstante que más de la mitad de los electores está inscrito en un partido político, la percepción de que estos han perdido fuerza electoral y la desconfianza en la seguridad de su lealtad, los candidatos presidenciales han optado por tratar de obtener la atención de los independientes, buscando en ellos su compañero de nómina.

Por cierto, el candidato Navarro incluyó al exmagistrado del Tribunal Electoral Gerardo Solís, mientras el panameñista Varela optó por una desconocida políticamente Isabel Saint Malo para acompañarlo, y Genaro López eligió a Maribel Gordón, una compañera de Frenadeso.

De paso, el candidato CD-Molirena José Domingo Arias eligió a la primera dama, Marta Linares de Martinelli, con buen caudal de imagen pública.

En política hay miembros de un partido (inscritos), activistas o militantes que llevan el peso de la acción partidista. También hay independientes y los simpatizantes no inscritos o pasivos.

Respecto a los llamados independientes, estos no están ligados a la disciplina partidista, por lo cual no tienen necesariamente que seguir la línea del partido y pueden incluso votar por otros candidatos.

O sea, participan en el torneo electoral, en la lucha política, sin pertenecer a ningún partido.

Por consiguiente, no pueden ser candidatos, pues estarían insertados en el cuadro partidista y deben seguir los lineamientos.

Porque al ser candidatos de un puesto de elección popular de un partido político, que tiene un estatuto o reglamento y un plan de campaña, establecen una interdependencia.

De otra forma, podrían variar sus acciones a su conveniencia y no a la del partido que los postula.

El independiente es absoluto, no responde a nadie y no está sujeto a disciplina alguna.

Consecuentemente, quien acepta una candidatura de un partido deja su independencia, pues se adhiere a su estructura. Al menos que acepte la candidatura para su propio beneficio y no estar sometido al proyecto partidista. Por algo en política a los independientes los llaman “francotiradores de la política”.

Quienes plantearon la independencia fueron los anarquistas, quienes propusieron no someterse a ninguna regla.

¿Serán eso los llamados candidatos de un partido que se autoclasifican de independientes?

El novelista británico W. Somerset Maugham escribió que lo más útil de un principio es que se puede ser sacrificado a la conveniencia.

Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos, el próximo jueves habrá más.


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