Infiernillo político
Ramón Jiménez Vélez B ueno, bueno, en el ajetreo de una campaña política sale a relucir todo tipo de calificativos como nuevamente aquello del
Analista Político / Analista PolíticoRamón Jiménez Vélez
B ueno, bueno, en el ajetreo de una campaña política sale a relucir todo tipo de calificativos como nuevamente aquello del clientelismo que es simple y llanamente la esencia de la política desde los tiempos de la antigua Roma.
Por cierto que el clientelismo procede de la relación entre sujetos de estratos diversos, al margen de la familia, que en la Roma antigua creaba una situación de dependencia económica y política para proteger al cliente convertido en siervo liberto que obedecía al patrón.
De paso eran vínculos horizontales de clase o intereses con sentido político. Un intercambio de favores: dinero u obras a cambio del voto.
El clientelismo polariza la política: gobierno y oposición. En el caso de los partidos políticos, están buscando convertirse en los mayoritarios y promueven el transfuguismo en una subasta de quien ofrece más.
Ello convierte al cliente en un subordinado con la ciudadanía incompleta (entregan su opción al voto) a menos que se corrompa más y vuelva a traicionar.
Algunos políticos alientan la corrupción incentivando a los votantes a recibir las prebendas a cambio del voto, para luego votar en contrario. Practican con esto la corrupción que denuncian.
Concretamente, el clientelismo es la exaltación del hedonismo, para obtener lo deseado a cambio de su comportamiento ciudadano.
Es desarrollar formas al depositar sus intereses y esperanzas en un político a cambio del voto o el apoyo, integrándose de esta manera a un grupo a cambio de los favores recibidos.
Se trata de un estilo de política ampliamente practicado en todos lados, consistente en generar fidelidad y gratitud entre los electores a cambio de una oferta inmediata o a futuro, para respaldar sus acciones o sus aspiraciones electorales.
Es la práctica del mercadeo cuando la política se convierte en un acto económico.
En la historia política, en panameña siempre ha habido clientelismo; cuando sale un gobierno denuncia la botada de sus copartidarios de la planilla oficial. ¿Cómo los reconoce? Además, las alianzas electorales con la repartición de candidaturas y el gobierno (de triunfar) con los llamados espacios políticos, es claro clientelismo.
El filósofo alemán Johann Goltfried Hender, uno de los iniciadores del movimiento Storm und drang (tempestad y pasión) escribió: Para la política, el hombre es un medio.
Bueno eso es todo por hoy, pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.