Tradiciones de Semana Santa luchan por sobrevivir en Azuero
En la Semana Santa, son muchas las tradiciones que se encuentran arraigadas en comunidades de la región azuerence, principalmente en las áreas de la campiña, sin embargo, muchas de ellas han desaparecido.
Con la pandemia, muchas actividades propias de la fecha se paralizaron durante dos años, y las celebraciones se realizaron de forma virtual.
Este año, tras la apertura de muchas actividades, los feligreses salieron nuevamente a las calles, a participar de actividades como procesiones, vía crucis en vivo, dramas, entre otros.
Algunos pueblos tienen arraigadas tradiciones, que este año buscan un espacio para resurgir.
Una de ellas es la llamada carrera de los santos, en la cual las iglesias sacan a todas las imágenes de los santos el Domingo de Pascua, a través de la cual se emula la celebración por la noticia de la resurrección de Jesús.
Esta tradición se lleva a cabo en comunidades como Chitré, Parita y Guararé, al igual que la llamada Quema de Judas, en la que se castiga a un muñeco que representa a Judas Iscariote por su traición a Cristo.
Para el morador Miguel Rodríguez, se trata de tradiciones que se deben mantener y rescatar para evitar que mueran.
Comidas de la época
En antaño, los pobladores por respeto a la fecha no efectuaban ninguna actividad ni siquiera preparar sus alimentos, por lo que se acostumbraba realizar viandas como dulces de frutas tales como mango, marañón y cocada, para evitar siquiera encender el fogón durante esos días.
Marcelina Pérez, moradora de 80 años de edad, recordó que sus padres en los días santos no efectuaban labores de ningún tipo, y comían solamente alimentos en conservas.
Mudanzas en masa
Otra de las tradiciones que lucha por sobrevivir es la mudanza masiva de pobladores a áreas de playa, especialmente en el sector de Purio, distrito de Pedasí.
Para estas fechas, el pueblo en masa se traslada a la playa, construyen enramadas, hacen su comida en fogones y comparten en comunidad.
Los moradores esperan que con el pasar del tiempo estas tradiciones no mueran, y que las futuras generaciones puedan vivirlas y apreciarlas.