Culillo en Potrero Grande
Después de la aparición de un torso humano putrefacto en unos matorrales de Potrero Grande, los residentes en ese sector del corregimiento de El Coco de La
Después de la aparición de un torso humano putrefacto en unos matorrales de Potrero Grande, los residentes en ese sector del corregimiento de El Coco de La Chorrera viven asustados y muy pocos quieren hablar del tema.
Mientras se practican los análisis de ADN se presume que el cuerpo hallado en esta población corresponda al joven Carlos Enrique Yau Esturaín, que vivía en el sector de Nuevo Horizonte.
Gertrudes González Núñez, radicado en la vía que conduce a los Corozales, después de la piquera de buses de Potrero Grande, pidió con urgencia más seguridad, luminarias y calles, porque los moradores se sienten olvidados, y en horas de la noche tienen que salir de sus casas a sus trabajos con linternas de batería, lo que los hace más vulnerables al hampa.
“Ya han dejado por acá dos muertos y cualquier momento tiran otro y nadie sabe quién los tira”, indicó con preocupación González. Solo cuando hay un muerto, entonces sí está la policía allí vigilando”, agregó.
González también narró cómo fue asaltado una noche mientras caminaba hacia su casa y fue agredido en el brazo por unos malhechores.
El predicador Diómedes Vergara, que difunde la palabra de Dios en una de las iglesias cercanas, dijo que “hay temor en la sociedad, porque esto es algo muy delicado, esto no se veía en Potrero Grande y hay mucho miedo en la población y mucha inseguridad”.