Sucesos - 27/7/13 - 11:43 PM

Descuartizador está suelto en el Oeste

Un descuartizador anda suelto en Panamá Oeste. En cinco de más de 50 asesinatos en el sector, las víctimas han sido desmembradas como una medida para provocar

Por: - Sábado 27 de Julio de 2013 11:43 PM

Reynaldo Núñez Montoto / Crítica

Un descuartizador anda suelto en Panamá Oeste. En cinco de más de 50 asesinatos en el sector, las víctimas han sido desmembradas como una medida para provocar terror, demorar las investigaciones y despistar a los funcionarios del Ministerio Público.

En enero de este año se presentó el primer caso de desmembramiento, cuando se encontró el cuerpo de Luigui Denegri Martínez en un paraje de El Tecal en Arraiján. Por este caso está detenida una persona.

En febrero, se dio el macabro hallazgo del cuerpo de una persona cuya identidad todavía se desconoce en el sitio conocido como Pitaya, en Playa Leona en La Chorrera.

Al mes siguiente, también en Playa Leona, se encontró un cráneo, pero el resto del cuerpo no ha podido ser localizado, como tampoco se ha determinado a quién pertenece. En el anterior y en este caso, no hay detenidos.

En Puerto Caimito, La Chorrera, se encontró el 28 de marzo el cadáver mutilado de un hombre que resultó ser Carlos Omar De Diego, caso por el cual están detenidas varias personas y se espera que otras sean apresadas, pues se ha comprobado que el crimen fue motivado por un tumbe de drogas.

El último de los casos registrados en que el o los asesinos actuaron con saña procediendo a desmembrar a la víctima fue el del joven de 18 años Carlos Enrique Yau Esturaín, cuya cabeza fue hallada en El Espavé de Chame y el resto del cuerpo en dos bolsas plásticas encontradas a orillas de una quebrada en Potrero Grande, en La Chorrera. En este caso no hay sindicados.

Otro de los horribles casos de crimen y desmembramiento de la víctima se presentó en agosto del año pasado en Vacamonte, cuando se dio el hallazgo de una maleta que tenía en su interior partes de una mujer. El cadáver aún no ha sido identificado y nadie lo ha reclamado, por lo que se presume que se trata de una extranjera.

El desmembramiento de las víctimas, colateral al delito grave que ello implica, demora y obstaculiza la aprehensión de los culpables, debido a que las pruebas de ADN y otras experticias se dificultan cuando los cuerpos están en avanzado estado de descomposición.