Sucesos - 24/10/13 - 08:04 PM
Piden justicia por el asesinato de menores, Policía promete transparencia
Este confuso incidente dejó dos víctimas y tres polícias están bajo investigación.
Luis René Ábrego / William Sala
Web
Tres unidades que vestían de civiles -integrantes de la Unidad Sensitiva de la DIJ entre sargentos y tenientes- son investigados por el homicidio del niño indostanés de dos años de apellido Ahir y su prima Tiwinka, de 15 años, quien falleció tras permanecer en estado grave con un disparo en la cabeza.
La información fue revela por el Fiscal Auxiliar, Marcelino Aguilar y por Rafael Santiago Baloyes, jefe de la unidad de homicidios de La Chorrera, quienes explicaron que ya se tomaron declaraciones a miembros de la Policía regular que se encontraban en el retén en San Carlos, cerca al área donde se efectuaron los disparos contra el auto con placa 425209 en el que viajaban la familia de indotaneses.
También se realizaron las pruebas de residuos de disparos y recabaron las armas de fuego; las tres unidades que viajaban en un vehículo desde el cual se hicieron los disparos al auto conducido por Bhiklubhai Ishverbhai Ahir, se encuentran en la sede de la Policía realizando labores administrativas y paralelamente la Dirección de Responsabilidad Policial (DRP) adelanta una investigación interna.
El señor Ahir viajaba con su esposa, su hijo de dos años y su sobrina Tiwinka al Decameron, cuando se registró la situación con la Policía. La chica tenía un año de estar en Panamá y estudiaba en la Academia Lincon y cursaba el décimo grado, pero habla poco español.
Sepelio del menor
El niño Ahir, quien murió de un disparo en la espalda que le propinó un miembro de la Policía Nacional, fue sepultado ayer
El acto empezó a las 2 de la tarde en la iglesia del Parque de La Gloria, ubicado en Corozal, área revertida. Allí un religioso del hinduismo realizó la tradicional ceremonia, luego el féretro de color chocolate en que iba la víctima, fue sacado del templo y llevado en brazos en una romería hasta la tumba.
Antes de la sepultura, prepararon el campo santo; primero ingresaron dos parientes a la fosa cavada y rociaron agua salada del río Ganges de la India, seguido de agua bendita, después esparcieron pétalos de rosas blancas, amarillas y rojas. También vaciaron un frasco de perfume y colocaron ramas de Tulsi.
El ritual se realizaba y simultáneamente se cantaban canciones alusivas a los fallecimientos.
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Tres unidades que vestían de civiles -integrantes de la Unidad Sensitiva de la DIJ entre sargentos y tenientes- son investigados por el homicidio del niño indostanés de dos años de apellido Ahir y su prima Tiwinka, de 15 años, quien falleció tras permanecer en estado grave con un disparo en la cabeza.
La información fue revela por el Fiscal Auxiliar, Marcelino Aguilar y por Rafael Santiago Baloyes, jefe de la unidad de homicidios de La Chorrera, quienes explicaron que ya se tomaron declaraciones a miembros de la Policía regular que se encontraban en el retén en San Carlos, cerca al área donde se efectuaron los disparos contra el auto con placa 425209 en el que viajaban la familia de indotaneses.
También se realizaron las pruebas de residuos de disparos y recabaron las armas de fuego; las tres unidades que viajaban en un vehículo desde el cual se hicieron los disparos al auto conducido por Bhiklubhai Ishverbhai Ahir, se encuentran en la sede de la Policía realizando labores administrativas y paralelamente la Dirección de Responsabilidad Policial (DRP) adelanta una investigación interna.
El señor Ahir viajaba con su esposa, su hijo de dos años y su sobrina Tiwinka al Decameron, cuando se registró la situación con la Policía. La chica tenía un año de estar en Panamá y estudiaba en la Academia Lincon y cursaba el décimo grado, pero habla poco español.
Sepelio del menor
El niño Ahir, quien murió de un disparo en la espalda que le propinó un miembro de la Policía Nacional, fue sepultado ayer
El acto empezó a las 2 de la tarde en la iglesia del Parque de La Gloria, ubicado en Corozal, área revertida. Allí un religioso del hinduismo realizó la tradicional ceremonia, luego el féretro de color chocolate en que iba la víctima, fue sacado del templo y llevado en brazos en una romería hasta la tumba.
Antes de la sepultura, prepararon el campo santo; primero ingresaron dos parientes a la fosa cavada y rociaron agua salada del río Ganges de la India, seguido de agua bendita, después esparcieron pétalos de rosas blancas, amarillas y rojas. También vaciaron un frasco de perfume y colocaron ramas de Tulsi.
El ritual se realizaba y simultáneamente se cantaban canciones alusivas a los fallecimientos.