¡Se fue de rumba!

Redacción
VIVA

¡Otra vez!  No hace ni una semana que Lindsay Lohan salió  de la clínica de rehabilitación donde llevaba internada un tiempo, y ya se fue  de fiesta hasta las siete de la mañana. Un hábito nada saludable si se tienen en cuenta sus problemas adictivos con el alcohol, que la han llevado a rehabilitación en más de una ocasión.

Al parecer, según cuentan, la cantante recibió la ayuda de alguno de sus miembros de seguridad para salir de fiesta con su amigo Max George, con quien se dice que podría mantener un romance.

Lohan estuvo  90 días internada en un centro de rehabilitación de Los Ángeles. Según informan testigos presenciales, el aspecto de Lindsay cuando abandonó el hotel donde estaba con sus amigos de fiesta era lamentable y parecía un aunténtico desastre. Aunque su representante lo niega rotundamente a un tabloide americano.

Numerosos medios de comunicación americanos se han hecho eco de la noticia, hasta estrella televisiva Oprah Winfrey, que consiguió hablar con la cantante, y manifestó su confianza en que ella siga adelante con la rehabilitación, ya que así se lo había confesado Lindsay en una entrevista que ambas mantuvieron.