"�Eh, ya se echaron a otro!", exclamó sin expresión de sorpresa, una mujer que pasaba por los alrededores de la Calle Ira. de San Sebastián, en el corregimiento de San Francisco, ayer, martes, al percatarse de que se había cometido otro homicidio.
Una frase que deja entrever que la ciudadanía está perdiendo la capacidad de asombro ante la imparable espiral de violencia que casi a diario se da en el país.
Aproximadamente a las 10:30 de la mañana, transeúntes por el lugar se percataron que en el asiento del conductor de un auto Mazda color gris con matrícula 243233, se encontraba el cuerpo inerte de un hombre de entre 20 y 25 años.
Se trataba del colombiano, nacionalizado panameño, Eduardo Niño Ospina, quien tenía dos tiros en la parte posterior del cuello.
Además del cuerpo sin vida de ese hombre, en el auto fueron hallados documentos varios, los que serán analizados por el personal de la División de Criminalística de la Dirección de Investigación Judicial.
El arma con el que fue asesinado Niño Ospina no fue establecida por las autoridades, sin embargo, podría ser algún tipo de pistola.
Residentes de las modestas viviendas de San Sebastián y de los lujosos apartamentos de los edificios de Punta Pacífica, se apersonaron al sitio, todos con el deseo de enterarse de primera mano de lo acontecido.
Aunque muchos de ellos decían no haber escuchado nada, una persona que dijo que presenció el asesinato, reveló "que los verdugos eran dos, con apariencia bastante joven, quizás menores de edad". Los mismos huyeron hacia la piquera de taxis de Boca La Caja, donde abordaron uno de esos vehículos.
DICIEMBRE ROJO: SIN PAZ NI AMOR
En los tres primeros días del mes navideño, al menos unos 10 asesinatos se han registrado en distintos puntos del país.