El Barça no necesitó del tiki-taka para arrastrar al Madrid
El Barcelona dio la vuelta a la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey con un 0-3 en el Santiago Bernabéu, un resultado que puede ser engañoso y que se dio gracias a la eficacia arriba del equipo catalán y no fruto del buen juego.
Los azulgranas no hicieron gala del control de juego que suele ser habitual para dominar los partidos e ir arrinconando al rival. Es más, durante el segundo tiempo fue el Real Madrid el que dispuso de mayor posesión de balón (57 por ciento) y en los primeros 45 minutos solo dispusieron de posesiones largas fuera de tres cuartos de campo rival.
El Barcelona mostró su lado más práctico para acceder a su sexta final de Copa del Rey de forma consecutiva, algo que ningún equipo había logrado hasta la fecha, gracias al acierto del uruguayo Luis Suárez que marcó dos goles y propició otro en propia puerta del francés Raphael Varane; tres tiros a puerta y tres goles, eficacia máxima.
Ernesto Valverde planteó dos líneas de cuatro dejando arriba a Suárez y al argentino Leo Messi con el objetivo de tapar las subidas por banda de un Real Madrid que basa en este aspecto del juego su gran fortaleza; el extremeño quería ayudas constantes para evitar desbordes, algo a lo que solo logró imponerse el brasileño Vinicius Junior pero le faltó acierto de cara a portería.
Los días de juego brillante en el Barcelona parecen haber quedado atrás en las últimas fechas: el 0-0 contra el Olympique de Lyon, la victoria gracias a Leo Messi en Sevilla 2-4 y esta en el Santiago Bernabéu por 0-3, sin derrotas, pero sí habiendo perdido su toque.
Al menos frente al Sevilla apareció Messi para deleitar a los aficionados del Barcelona, pero con un argentino sin estar participativo en el Santiago Bernabéu, el juego del equipo catalán fue más plano, pero práctico.