El City de Halaand abusa del Bratislava del panameño Blackman
Sin oposición alguna, con un dominio abusivo y ante un rival mucho más débil, el Manchester City cumplió un trámite, goleó 0-4 al Slovan Bratislava, ...
Sin oposición alguna, con un dominio abusivo y ante un rival mucho más débil, el Manchester City cumplió un trámite, goleó 0-4 al Slovan Bratislava, equipo donde milita el panameño César Blackman, y aparcó su pequeña crisis de resultados tras tres empates en sus últimos cuatro partidos oficiales.
Gündogan, Foden, Haaland y McAtee sellaron los primeros tres puntos en la fase de grupos para el Manchester City, que en su estreno pinchó ante el Inter y necesitaba tomar impulso en la competición con una victoria. Los cuatro tantos, que pudieron ser muchos más, evidenciaron una superioridad aplastante que dejó clara la gran diferencia que existe entre algunos clubes en el nuevo formato de la competición.
El conjunto 'citizen' vivió una noche plácida en Bratislava para regresar la senda de la victoria después de una racha errática. Los hombres dirigidos por Pep Guardiola se encontraron al mejor rival posible para tomar impulso después de firmar tres empates y una victoria en sus últimos cuatro encuentros (pincharon frente al Inter, Arsenal y Newcastle).
El Slovan Bratislava, en su primera participación de la historia en una fase de grupos, fue una marioneta para el Manchester City, que no tuvo piedad de un rival que ya fue goleado por el Celtic en la primera jornada (5-1). Pero el cuadro eslovaco parece que sabe perfectamente cuál es su papel en la Liga de Campeones: su misión, disfrutar de cada encuentro, que es una fiesta para sus aficionados pese a que, si no hay sorpresas, se avecinan duras derrotas.
Además, en esta ocasión le tocó lidiar con un equipo necesitado de los tres puntos. El Manchester City debía dar un golpe encima de la mesa para acabar con las críticas hacia sus dubitativos resultados y Guardiola puso sobre el tapete un once más que respetable con la única inclusión llamativa del portero Ortega, que sentó en el banquillo a Ederson.
El técnico español intuyó que no iba a tener mucho trabajo bajo los palos y acertó, porque el City acaparó casi toda la posesión, cercana al 80 por ciento, y todas las ocasiones claras del duelo. Fue un dominio aplastante que rozó el abuso y en el que sobresalió Doku, muy insistente por el costado derecho.