MARIANO, un inmortal del béisbol
La historia de Mariano Rivera no es muy diferente a la heroica de Rodney Carew, el siete veces campeón bate de la Liga Americana y hoy miembro del Salón de la Fama.
Cuando el escritor Jerome Holtzman, historiador oficial de las Ligas Mayores y miembro del Salón de la Fama, acariciaba la idea de inventar la regla de juegos salvados, el lanzador panameño Mariano Rivera no aparecía en escena todavía.
La regla se adoptó en 1969 gracias a la genialidad de Holztman, lo cual permitió que muchos lanzadores como Trevor Hoffman y el propio Mariano pasaran a la historia y se convirtieran en mitos. La dio significado estadístico y claridad al rol de taponero.
El 29 de noviembre de 1969, Mariano venía al mundo sin pensar lo que el destino le tenía preparado: una fama increíble adornada de grandes récords y satisfacciones para él, su equipo, el béisbol y para Panamá. Es el mejor exponente de una regla que le dio vida al final de los partidos.
Sus 19 años con los Yankees, sus 652 juegos salvados y un rumo de récords en la post temporada, lograron su ingreso por unanimidad al Salón de la Fama. Una votación histórica de los cronistas de béisbol en Estados Unidos, 425 cronistas votaron por el algo que ni siquiera Ted Williams y Ken Gruffey Jr, lograron.
Para recordar
Un dato de su juventud relatado por el periodista Mike Di Giovanna, da cuenta de que Mariano, para fortalecer los brazos, tiraba piedras a las pipas y cocos de las palmeras cercanas a su casa en Puerto Caimito.
En su libro "El Cerrador", Rivera cuenta sus años de Pescador junto a su padre y dice más o menos que esa actividad lo hizo fuerte, principalmente sus brazos. "Pili", como le dicen en su casa, le gustaba el fútbol, pero el béisbol fue su vida y su gloria. Firmó por $3 mil para probar suerte en la gran carpa.
Una vez Jerome Holtzman -en son de broma- dijo que había hecho millonarios a muchos lanzadores con su regla. Ningún taponero hubiera llegado al Hall of Fame, un sitio destinado para el “pitcher” panameño este 21 de julio, de no haber sido por la iniciativa del cronista deportivo.
Lanzadores como Rich Gossage, Rollie Fingers, Dennis Eckersley, Bruce Sutter y otros lograron fama y espectacularidad en sus actuaciones. Ellos están en el Salón de la Fama. Pero ninguno fue tan dominante ni tan espectacular como Mariano.
El famoso 42
Rivera nació en Puerto Caimito, un puerto pesquero con más de 100 años de existencia, de unos 16,900 habitantes y ubicado a orillas del Pacífico. Allí creció, conoció el arte de la pesca con sus padres y familiares,
Su tío Manuel Girón fue lanzador profesional con los Piratas y lanzó para el Oeste en varios años. Tenía lanzamientos de gran velocidad.
Mariano, tuvo foja de 2-1 entre 1987 y 1990 en el béisbol nacional antes de ser fichado. En el campeonato juvenil de 1987 venció a Bocas del Toro por 6-1. En este partido, Sherman Obando le conectó de 4-4 y Orlando Miller se fue de 4-0. Los dos llegaron luego a las Grandes Ligas, donde Orlando Miller se enfrentó de nuevo a Mariano, pero sin suerte.
En la juvenil dio un jonrón jugando tercera base, y en la Mayor de 1990 tuvo 1-1, un triunfo de 11-0 sobre Colón.
De Carew a Mariano
La historia de Rivera no es muy diferente a la heroica de Rodney Carew, el siete veces campeón bate de la Liga Americana y hoy un ilustre miembro del Salón de la Fama.
Lo cierto es que ambos provienen de familias humildes. Carew creció en las riberas del Canal de Panamá y sobrevivió en las calles del Bronx; Mariano pasó su infancia en Puerto Caimito y soñó con jugar béisbol hasta ser descubierto por cazadores de talento. Carew contaba los barcos que cruzaban el Canal de su nativa Panamá, antes de viajar al en Brown, NY.
El apodo de “Terminator” a Mariano fue original de Bob Kuenster, de quien dijo en uno de sus famosos escritos en Baseball Digest, que Rivera debería ser descrito como “Terminator” por su talento y determinación cuando se para en la lomita.
A Carew le apodaron "El Picasso del béisbol", una comparación genial del periodista Dick Miller de “Sports Illustrated” debido a la forma como el pintor español Picaso manejaba su brocha y Rod su bate.
Una vez George Steinbrenner dijo que " Mariano fue un feroz competidor y un humilde campeón, lo que lo ha convertido en una leyenda". Una gran definición.
Rivera tiene cantidad de marcas para los Yanquis, para los cerradores de las dos ligas en la Serie Mundial, en los “playoffs” y otras que los dedicados a escarbar récords las encontrarán en su momento. Es un Yankee verdadero y un Héroe de Nueva York.
Cuando lanzó su último juego en Nueva York, expresó: "aquí dejo parte de mi corazón". Jeter le dijo" es hora de irse". Gran momento para el gran cerrador en 2013.
Sus inicios
A Mariano lo conocí cuando era un novato de Ligas Menores. Siempre a través de su madre Delia me enviaba recortes de sus actuaciones, como cuando estaba con Greensboro, Tampa y Columbus. Luego escaló a los Yanquis, en 1995 como abridor, después como relevista del medio y finalmente como cerrador. Solamente lo vimos lanzar una vez, en Texas.
Su primer juego salvado fue el 17 de mayo de 1996 contra California. Y su primera victoria la logro el 28 de mayo de 1995 frente a Oakland.
Hoy con sus 652 juegos salvados es el líderes en la historia de las Grandes Ligas, también tiene récords en series de pos temporada con 42 juegos salvados y marca de 8-1. Asistió a 13 juegos de estrellas. Su número 42 fue retirado y fue el mismo que inmortalizó a Jackie Robinson, primer pelotero de color en llegar a las Mayores.
Posee colección de cinco anillos y un registro de haber jugado siempre para los Yanquis de Nueva York, el equipo más tradicional y pintoresco de las Ligas Mayores.
Su recta de más de 90 mph y una curva cortante fueron sus armas en el juego. Muchos bateadores no se medían con frecuencia contra él, porque no era abridor y cuando lo hacían, no recibían buenos consejos.
Roberto Kelly, quien tuvo la oportunidad de batearle un jonrón, pero al mismo tiempo poncharse en tres ocasiones, señalaba que Rivera era muy difícil y siempre lo ha sido en las últimas entradas.
Rod Carew reconoce las virtudes de Mariano y hace unos años dijo que esperaba verlo en Cooperstown muy pronto. Ya ese pronto llegó.
Varios récords
Los récords del panameño saltan a la vista en las estadísticas. Ha ganado tres veces el título de máximo cerrador, cinco premios “Rolaids Relief”, ha estado en 13 Juegos de Estrellas, seleccionado en cinco veces como el mejor relevista, fue el jugador “Más Valioso de la Serie Mundial” de 1999 y de la serie pos temporada, en 2003.
Con los Yanquis ganó 5 de 6 Series Mundiales y una marca de 42 juegos salvados y 8-1 en partidos ganados y perdidos en total de series postemporada, más una seguidilla de 23 salvados y de 34 ceros consecutivos. Salvó 9 juegos en Series Mundiales.
En su brillante carrera batió las marcas de ceros seguidos de Whitey Ford en Serie Mundial y la de más juegos salvados de Dave Righetti. Era el nuevo héroe en Nueva York, comparado con Joe Dimaggio, Babe Ruth y Mickey Mantle.
Cuando Mariano logró su salvamento 602 frente a los Mellizos, para dejar atrás la marca de Trevor Hoffman, fue un día muy especial para el cerrador panameño. Lo que ha seguido es historia conocida.
Algunos historiadores lo colocan entre los 10 mejores lanzadores de la historia y entre los latinos. Si Maury Allen o alguien hiciera un nuevo libro de los 100 mejores del béisbol, de seguro Mariano estaría en la lista, junto a Rod Carew, Roberto Clemente Ted Williams Babe Ruth, Hank Aaron, Willie Mays y otros.
Mariano contra panameños
Por ejemplo, se ha medido a nueve de ellos en 19 años y ha recibido tres jonrones en el noveno episodio (Kelly, Carlos Lee y Olmedo Sáenz) y ponchó a seis.
Durante su carrera se enfrentó a los siguientes peloteros panameños: Roberto Kelly, José Macías, Olmedo Sáenz, Rubén Tejada, Orlando Miller, Julio Mosquera, Carlos Lee, Rubén Rivera y Carlos Ruiz. Lee le bateó 3 “hits” en once turnos e incluso un cuadrangular.
En tres ocasiones cuando Ramiro Mendoza estaba en los Yanquis. El santeño ganó, y Mariano salvó. Fue una hazaña para panameños en las Grandes Ligas. Algo muy especial.
También hicieron el uno-dos en el “playoff” de 1997 frente a Los Indios. Un santeño y uno de Puerto Caimito marcando historia en el mejor equipo del mundo.
Recordamos, además, que en 1997, Orlando Miller se convirtió en el primer pelotero panameño en medirse a dos lanzadores panameños en un mismo juego. Se fue de 5-0 ante Ramiro y de 1-0 frente a Rivera, quien se apuntó juego salvado.
El mismo año, el 23 de agosto, Roberto Kelly tuvo de 3-0 frente a Ramiro y le dio cuadrangular a Rivera en el noveno. En 1997, los Yanquis jugaron un doble juego frente a Anaheim, ganando ambos con Ramiro y Mariano salvó los dos.
En la Serie Mundial de 1998 entre Yanquis y San Diego se registró el hecho de que en un mismo episodio jugaron tres panameños. En el octavo episodio del tercer juego, Mariano relevó a Ramiro y en esa misma entrada, Rubén Rivera entra a correr por Tony Gwynn en la inicial.
En esa serie, Rubén tuvo de 2-1 frente a su primo Mariano, otra curiosidad notable, dos primos en un clásico de octubre.
En septiembre de 2004 se vio a dos lanzadores panameños de rivales, Bruce Chen lanzando para los Orioles y Mariano ganando el juego por 4-3. Chen no tuvo decisión.
En 2007, en un mismo día, Mariano y Miguel Corpas salvaron partidos. Otra hazaña para panameños.
En julio de 2004, Boston venció a los Yankees por 11-10, ganado Ramiro Mendoza y perdiendo Mariano. Tiempos aquellos. Recordar es vivir.
Más récords
En su ilustre carrera, “El Expreso de Puerto Caimito”, como también se le conoce, ha logrado dos campañas de 50 o más juegos salvados, 13 de 30 ó más y 8 de 40 sin llegar a 50. Toda una serie de récords.
Su mejor temporada en cuanto a juegos salvados fue la de 2004, cuando acumuló 53 partidos rescatados.
Su total de juegos lanzados lo colocan en el primer lugar entre los tiradores derechos con más partidos lanzados. Sus 952 juegos finalizados son otras de sus marcas que no se han divulgado mucho. Lanzó en 1,115 partidos, y poncho a 1,173 bateadores. Le batearon 71 HR, tres de ellos por peloteros panameños.
Sus 82 triunfos en series regulares lo colocan junto a Bruce Chen, como los lanzadores panameños con más victorias en Grandes Ligas,.
En Series Mundiales, su promedio de efectividad es de 0.99. Es el quinto mejor en la historia. En partidos postemporada tuvo 2-0, 4-0 y 2-1 en Series Mundiales, y 42 juegos salvados en total.
En las Ligas Menores nunca salvó un partido. Ganó 23 juegos contra 18 derrotas, que sumadas a los 82 triunfos en Grandes Ligas le da un total de 106 victorias contra 78 reveses en el béisbol organizado, Más los 8-1 en series postemporada.
Su única derrota en series postemporada ocurrió en 2001 frente a Arizona, en el partido que estos ganaron el título. Un juego para no recordar.
Su mejor marca en partidos ganados y perdidos fue en 1996 con 8-3 cuando era relevista del medio.
Entre 2004 y 2005 logró 96 juegos salvados y finalizó con 136 partidos de 145 apariciones, toda una marca. En septiembre de 1997 salvó dos juegos el mismo día ante Boston.
Latinos
Con el arribo de Mariano a Cooperstown, hogar de los inmortales del gran juego, son once los latinos que han llegado por elección, desde Roberto Clemente, en 1973, exaltado en una elección especial. Los demás son: Rod Carew, Pedro Martínez, Iván Rodríguez, Juan Marichal, Luis Aparicio, Tony Pérez, Roberto Alomar
Es el latino con más juegos lanzados y el mejor en promedio de carreras limpias con 2.21,
Apaga y Vámonos
En 2001 recibió la orden Manuel Amador Guerrero, de parte del Gobierno presidido por Mireya Moscoso.
En una semana, el presidente Laurentino Cortizo puede convertirse en el primer mandatario latinoamericano en asistir a la ceremonia de ingreso de un pelotero de su país al Salón de la Fama. No sería sorpresa que también se presente a Cooperstown el gobernante norteamericano, Donald Trump, quien sumó a Mariano una Comisión de abuso de drogas opioides. Ese hecho sería otro gran record para el “Expreso de Puerto Caimito” y solo restaría exclamar: ¡Apaga y Vámonos!
LO QUE ESCRIBIO LEON MAGNO MONTIEL
El primer pelotero exaltado al Hall de la Fama de forma unánime, no es norteamericano, no es un “red neck”, es un latino humilde, un pescador de piel morena nacido en el istmo de Panamá, la tierra entre dos océanos. Es un orgulloso compatriota del líder Omar Torrijos Herrera, del campeón Roberto “Mano de´ Piedra” Durán, del gran compositor Omar Alfano y del mítico Rod Carew. Afectuoso paisano del cantautor Rubén Blades, del jazzista Danilo Pérez y del atleta con medalla olímpica Irving Saladino. Ellos son gente talentosa, han hecho grande a su nación desde Chiriquí al Darién.
Mariano fue recomendado por "Chico" Heron, un veterano pelotero con buenas relaciones con los Yankees. Lo firmó Herby Raybourne, un talentoso buscador de talentos con récord de firmas exitosas entre los panameños. Así empezó la historia de un brillante jugador.Etiquetas