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Día de incertidumbre
Los partidos políticos se adueñaron de cada esquina para orientas a la gente, pero a veces en el afán de ayudar, obstaculizaban el tránsito de los votantes.
RedacciónWeb
Siendo las 4 de la mañana, se respiraba un ambiente de tranquilidad, pero a la vez de incertidumbre. El tan esperado día había llegado. Saber quién sería el nuevo presidente de Panamá, más que una pregunta era una duda.
Pasadas las 5 de la mañana, el ambiente político empezó a tomar forma. Sonaron las dianas del candidato presidencial del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Juan Carlos Navarro. Su opositor del oficialismo, José Domingo Arias no se quedó atrás, y brindó un suculento desayuno en su residencia a representantes de los medios de comunicación, que habían llegado horas antes para realizar la cobertura.
A las 6 de la mañana, los candidatos empezaron a emitir las primeras declaraciones. El primero fue Juan Carlos Navarro del PRD, quien con una gran taza de café en mano, bajó del balcón de su residencia, ubicada en el Casco Antiguo y saludó a los presentes. Mientras "choteaba" a la gente, el sonido de los clarines y los tambores sonaban.
Mientras tanto, en la casa de José Domingo Arias, en Costa del Este, un rico desayuno esperaba a los presentes. Aimée de Arias, conversó con los periodistas, y no dejó pasar por alto su obra insigne, Ciudad Mujer.
Juan Carlos Varela, no faltó, quien emitió su voto en Pesé, acompañado de su esposa e hijos. Ellos se levantaron muy temprano para asistir todos en familia a la Iglesia para orar por estas elecciones y vestidos de blanco, color que representa la paz.
Y como quién dice...¡vino la vaina! empezaron a votar los candidatos y demás personalidades de la política panameña.
Siendo las 12:30 mediodía, en un recorrido en diversas escuelas, desde el área de Tocumen hasta el distrito de San Miguelito, la calle estaba espantosa, como dicen algunos.
En cada centro de votación los carros abarrotaban las entradas de los colegios y la propaganda política era evidente; daba la sensación de que nadie cumplía las normas del Tribunal Electoral.
Los partidos políticos se adueñaron de cada esquina para orientas a la gente, pero a veces en el afán de ayudar, obstaculizaban el tránsito de los votantes.
Los vehículos portaban sus banderas de los diferentes partidos y colores. Todos estaban uniformados.
En el IPT de Don Bosco, corregimiento de Juan Díaz, al llegar el calor inundaba el recinto y la gran cantidad de personas apostadas a la entrada del colegio. Solo se escuchaba los murmullos de las personas, risas e incluso, algunos comiendo.
La orientación para los despitados fue casi nula. Los presentes están cansados de buscar sus aulas.
Terminando el recorrido en IPT de Don Bosco, la parada fue en el Colegio Bilingue de Cerro Viento. Aquí el tranque era hostil. Había que mulear porque los carros tenían el control del área.
Lo que sí era evidente, es la cantidad de personas con diversos artículos de los partidos políticos. Para muchos, podría ser un sensacionalismo de algunos que apoyan plenamente su partido, pero sobre todo su candidato.