La manera en la que Joan “Pequeño Tyson” Guzmán se consiguió un espacio en el boxeo es digno de admirar, pero en este boxeador hay algo que
Redacción / Crítica La manera en la que Joan “Pequeño Tyson” Guzmán se consiguió un espacio en el boxeo es digno de admirar, pero en este boxeador hay algo que no lo deja brillar completamente: la falta de seriedad con su peso.El dominicano se hizo su nombre en el boxeo “amateur” ganando más de 300 peleas y obteniendo preseas de oro en los Juegos Centroamericanos de 1993 y los Juegos Panamericanos de 1995, antes de escribir su capítulo como pugilista profesional.
En 1997 Guzmán decidió dar paso a su nueva faceta y siguió sorprendiendo a muchos.
El “Pequeño Tyson” supo mantener intacta su hoja de trabajo durante 35 combates, hasta que un nocaut técnico acabó con la perfección.El 30 de noviembre de 2012, el ruso Khabib Allakhverdiev se encargó de regalarle la primera derrota a Guzmán, dejándole su récord en 33-1-1-20 nocaut.Pero esta ha sido la parte buena del camino que ha recorrido el atleta de 37 años en su carrera.
No todo ha sido color de rosa y, aunque el boxeador ha demostrado que tiene calidad, con ciertas acciones da a entender que aún le falta mucha carretera por recorrer para encontrarse con la responsabilidad.Guzmán ha fallado cuatro veces, según boxrec.
com, a la hora de responder en un pesaje oficial.En los años 2006, 2008, 2010 y en este 2013 no dio el peso acordado en el contrato.Las fallas en báscula se dieron cuando debía enfrentar al mexicano Javier Jauregui, al estadounidense Nate Campbell, al sudafricano Ali Funeka y el jueves al panameño Vicente “El Loco” Mosquera, respectivamente.El “Pequeño Tyson” pesó ocho libras por encima del peso firmado para pelear contra “El Loco” por la corona interina superligero (140 libras) de la Asociación Mundial de Boxeo.Guzmán fue campeón en las divisiones supergallo (118 libras) y superpluma (130 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y en su momento fue entrenado por Floyd Mayweather padre.