Elena ValdezEl Valle de Antón se ha convertido en un sitio para disfrutar y visitar, pues en cada casa y en cada rincón hay un atractivo turístico que llama la atención de grandes y chicos, nacionales y extranjeros que lo visitan en más de una ocasión.En este lugar se puede disfrutar de las montañas, los paisajes naturales y hasta de los cuadros en las paredes, que ahora se han dedicado a pintar los residentes de El Valle en conjunto con extranjeros que han decidido vivir en este lugar y hacer de él un sitio aun más agradable.
Efraín Trujillo es un joven que se dedica a reciclar en conjunto con el grupo de residentes extranjeros de El Valle y asegura que además de vender artesanías, le encanta trabajar con estas personas que, a pesar de que no son del lugar, logran hacer algo bueno por el pueblo.
Es un grupo que recicla basura, lo que permite que no se mantenga sucio El Valle, y ahora también han decidido que estas paredes que antes estaban sucias serán la atracción con paisajes y pinturas sobresalientes.Otro de los atractivos es un serpentario que es visitado por niños, jóvenes y adultos en donde se educa a las personas sobre la vida de las diferentes especies de serpientes.En la entrada de este serpentario se puede apreciar una muy particular cruz y nadie imaginaría que se trata de la parte de atrás del pez bagre, este es un atractivo y muchas personas quedan asombradas del parecido que tiene a un Cristo y hasta quieren obtener uno igual porque es señal de religión y de fe.
Marielena de Urriola, miembro de la Cámara de Turismo de El Valle, dijo que en este lugar las cosas van mejorando para bien, pues han logrado que el turista más que visitar, conozca y se capacite cuando visita lugares diferentes como el serpentario, el Cerro Gaytal, entre otros.