Bolsonaro veta la compra de la vacuna china desautorizando a ministro de Salud
El jefe de Estado anunció en sus redes sociales que el Gobierno brasileño no comprará la vacuna de Sinovac pese a que su ministro de Salud, el general del Ejército Eduardo Pazuello, firmó la víspera un protocolo de intenciones para adquirir 46 millones de dosis.
Diferentes sectores brasileños le pidieron este miércoles al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que no convierta la adquisición de la vacuna contra el coronavirus en una nueva disputa electoral e ideológica, tras su decisión de vetar la compra del inmunizante chino por supuestas razones políticas.
La gran mayoría de los gobernadores regionales y de los dirigentes de los partidos, incluyendo algunos oficialistas, criticaron el veto del líder ultraderechista a la vacuna que desarrolla la empresa china Sinovac en una aparente decisión para impedir que tal acuerdo favorezca a rivales políticos.
El jefe de Estado anunció en sus redes sociales que el Gobierno brasileño no comprará la vacuna de Sinovac pese a que su ministro de Salud, el general del Ejército Eduardo Pazuello, firmó la víspera un protocolo de intenciones para adquirir 46 millones de dosis de tal inmunizante por un valor de 427 millones de dólares.
Bolsonaro alegó que el Gobierno no se puede comprometer con la compra de una vacuna cuya eficacia y seguridad no ha sido comprobada previamente por el Ministerio de Salud ni certificada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
La llamada "Coronavac" es desarrollada y experimentada en Brasil por Sinovac en asociación con el Instituto Butantan, una institución científica vinculada al estado de Sao Paulo, cuyo gobernador, Joao Doria, es un importante rival político de Bolsonaro y uno de sus probables adversarios en las presidenciales de 2022.
"El pueblo brasileño no será conejillo de indias de nadie. No se justifica un billonario aporte financiero en una medicina que ni siquiera superó la fase de pruebas", afirmó el jefe de Estado en un comentario en sus redes sociales y en el que, al dejar claro que su decisión tiene connotación política, se refirió a la Coronavac como "la vacuna china de Joao Doria".
MINISTRO YA HABÍA CONFIRMADO COMPRA DE VACUNA CHINA
Tras una reunión el martes con diferentes gobernadores, incluyendo Doria, Pazuello afirmó que había firmado un protocolo de intenciones para adquirir la medicina china y ampliar la oferta de vacunas contra el coronavirus que serán ofrecidas a los brasileños.
El Gobierno ya había acordado con la empresa AstraZeneca y la Universidad de Oxford la compra de 100 millones de dosis de la vacuna que ambas están desarrollando, y también se sumó a la iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para adjudicarse otras 40 millones de dosis.
Pese a que la vacuna de Oxford tampoco ha sido comprobada científicamente y está en la misma fase de pruebas que la de Sinovac, Bolsonaro apostó en la inglesa y Doria en la china.
El Instituto Butantan, que producirá la vacuna china en Brasil, ya publicó parte de los resultados de los estudios que muestran que el producto de Sinovac es uno de los más seguros en el mundo.
Las dos vacunas son experimentadas masivamente en Brasil, que, con sus 212 millones de habitantes, es el segundo país con más muertes por covid-19 en el mundo después de Estados Unidos, con unos 155.000 fallecimientos, y el tercero con más casos después de EE.UU. e India, con casi 5,3 millones de contagios.
Doria, uno de los primeros en reaccionar al veto de Bolsonaro, le pidió al mandatario que opte por la unión y no por la disputa en la guerra de Brasil contra el coronavirus.
"Aprovecho para pedirle al presidente que tenga grandeza y lidere a Brasil en pro de la salud y la retomada de los empleos. Nuestra guerra es contra el coronavirus, no es una disputa política ni una guerra de uno contra el otro", afirmó el gobernador del estado más poblado e industrializado de Brasil.
"Deseo que los brasileños sean vacunados para salvarlos a todos. No por ideología o por política. No es el proceso electoral el que nos salvará sino la vacuna", agregó.
En el mismo sentido se pronunciaron otros gobernadores, principalmente los de centro e izquierda.
El gobernador de Espíritu Santo, Renato Casagrande, manifestó su sorpresa por el veto y dijo que lo importante es que las autoridades se unan para salvar vidas y olviden las diferencias electorales.
PIDEN QUE VETO A VACUNA SEA JUSTIFICADO TÉCNICAMENTE
"Rechazar una vacuna tiene que ser una decisión técnica y no política. Lo que tiene que ser tenido en cuenta es la seguridad y la eficacia. No evaluaciones políticas", dijo por su parte el gobernador de Río Grande do Sul, el centrista Eduardo Leite.
"Bolsonaro declaró ahora la guerra de las vacunas. Él sólo piensa en guerra", atacó el gobernador de Maranhao, el izquierdista Flavio Dino.
Para Gleisi Hoffmann, presidente del Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por Luiz Inácio Lula da Silva y una de las principales fuerzas de la oposición, Bolsonaro, con su nueva decisión, insiste en politizar el combate a la covid.
"No comprar una vacuna científicamente comprobada por razones ideológicas y colocar en riesgo de vida a millones por dejar que la población decida si se protege o no contra la covid-19 es crimen de responsabilidad, que justifica un juicio político destituyente. ¿Hasta cuándo Bolsonaro va a jugar con la vida del pueblo?", dijo.
Hoffmann recordó que desde el primer caso de coronavirus en Brasil, en febrero, Bolsonaro viene politizando el asunto.
Según la dirigente, primero se opuso a las medidas de distanciamiento social impuestas por gobernadores y alcaldes, por sus divergencias políticas, y ahora veta una vacuna y se opone a la obligatoriedad de la vacunación en Brasil para dejar claro que no acepta cualquier iniciativa de Doria.
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