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Cofundador de OceanGate rechaza críticas a la seguridad de submarino
Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto "una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica" si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano "conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo".
El emprendedor Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, la empresa que operaba los viajes a los restos del Titanic del sumergible siniestrado, rechazó hoy algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que esas personas no disponen de "toda la información" para poder opinar.
En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, Söhnlein, estadounidense de origen argentino, que dejó la empresa hace diez años aunque aún posee una participación minoritaria en ella, dijo que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titán no están "totalmente informados".
"Las personas no hacen más que equiparar certificación con seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán", lamentó.
Según él, "cualquier experto que sopese esto, incluyendo a (el director James) Cameron, también admitirá que no estaban cuando se diseñó el sumergible, durante el proceso de ingeniería del sumergible, durante la construcción del sumergible y, con seguridad, tampoco cuando se llevó a cabo el riguroso programa de pruebas al que se sometió el sumergible".
Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto "una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica" si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano "conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo".
Por otro lado, un alto oficial militar estadounidense reveló que la Administración Biden sospechó que el submarino implosionó el mismo día en que se perdió y aun así dejó que se mantuvieran las esperanzas de una misión de rescate exitosa que requirió de un esfuerzo multimillonario e internacional.
De acuerdo a la información que dio el Wall Street Journal, un funcionario que prefirió mantenerse en condición de anonimato dijo que la Marina detectó el pasado domingo un sonido que parecía el de una implosión justo en el área en el que estaba operando el sumergible cuando perdieron las comunicaciones.
“La Marina comenzó a escuchar al Titán casi tan pronto como el submarino perdió las comunicaciones (…) realizó un análisis de datos acústicos y detectó una anomalía consistente con una implosión o explosión en las inmediaciones generales de donde operaba el sumergible Titán cuando se perdieron las comunicaciones”, dijo el oficial.
La fuente explicó que la Marina le informó de sus hallazgos a la Guardia Costera, pero agregó que como el sonido fue escuchado mediante un sistema ultrasecreto de detección acústica, ese detalle se mantuvo en secreto por temas de seguridad nacional y se continuó con la misión de búsqueda y rescate hasta este jueves que se descubrió un “campo de escombros” del sumergible.
“Los escombros son consistentes con la pérdida catastrófica de la cámara de presión. Tras esta determinación, notificamos de inmediato a las familias en nombre de la Guardia Costera de los Estados Unidos y todo el comando unificado”, dijo el contralmirante John Mauger.
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