Exigen respuestas a la tragedia en Brasil
La conmoción inicial empieza a transformarse en indignación en la ciudad de Brumadinho, en el sureste de Brasil, donde los familiares de las víctimas exigieron respuestas a la tragedia minera que deja ya 60 muertos y cerca de 300 desaparecidos.
"Vale solo mira el dinero, para ellos la vida no tiene valor", dijo a Efe Paulo Renato Oliveira, de 29 años, a las puertas del centro de asistencia para las víctimas, donde colaboran diariamente unos 150 voluntarios, entre médicos, psicólogos e integrantes de organizaciones no gubernamentales.
Aquí la información es pasada a cuentagotas y este lunes los familiares dijeron basta. "Cuatro días para entrar en una lista" de desaparecidos, recriminaba entre lágrimas una señora a un policía.
"¡Acabó mi familia, cómo quieren que reaccione!", gritaba desesperada, mientras el agente intentaba abandonar la sala entre las protestas de otros afectados.
"¡Es un absurdo, una vergüenza!", exclamaba otra mujer a lo lejos.
Oliveira está, en su caso, desde el viernes en este recinto -solo va a casa a dormir y ducharse- en busca de alguna información sobre el paradero de su hermano de 27 años, quien trabajaba temporalmente como soldador.