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Israel le informa a EEUU que prepara una incursión terrestre en Líbano
Según las fuentes del rotativo, el operativo que prepara Israel busca destruir lanzaderas de cohetes que el grupo chií utiliza para atacar a poblaciones del norte de Israel.
Israel informó a Estados Unidos que está planeando llevar a cabo operaciones terrestres de alcance limitado contra infraestructura de Hizbulá en el sur de Líbano, confirmó este lunes el Departamento de Estado estadounidense.
"He visto algunos informes sobre operaciones terrestres. Tuvimos algunas conversaciones con ellos. Nos dijeron que se trata de operaciones limitadas centradas en la infraestructura de Hizbulá cerca de la frontera", explicó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa.
Miller agregó que corresponde a Israel dar más detalles sobre "el momento y el propósito" de estos operativos.
El diario The Washinton Post informó este lunes, citando a funcionarios estadounidenses e israelíes, de que Israel está preparando una incursión en el sur de Líbano tras el bombardeo del pasado viernes en el que mató al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala.
Según las fuentes del rotativo, el operativo que prepara Israel busca destruir lanzaderas de cohetes que el grupo chií utiliza para atacar a poblaciones del norte de Israel.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió brevemente a esos planes de incursión dentro de territorio libanés y preguntado sobre si conocía los detalles indicó: "Tengo más conocimiento de ellos de lo que usted cree".
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, reivindicó que "la diplomacia sigue siendo el mejor y único camino posible" para resolver el conflicto en Oriente Medio.
El bombardeo israelí que mató a Nasrala el viernes ha elevado todavía más la tensión en la región, donde se espera una posible respuesta de Irán, aliado de Hizbulá, y la incursión de Israel en el sur de Líbano.
Tambores de guerra
En un tono solemne, el clérigo advirtió de que "la Resistencia está preparada para la confrontación terrestre con el enemigo" y se mostró confiado de que Hizbulá saldrá "victorioso" pese a las numerosas pérdidas que ha sufrido durante casi un año de enfrentamientos con Israel, especialmente en los últimos días.
Lejos de reconocer la dureza de los golpes sufridos en el mismísimo corazón de la formación, Qassem tan solo pidió a sus combatientes y simpatizantes "un poco de paciencia y de material (militar)" para responder a una mayor escalada de Israel.
"Quiero que sepáis que lo que estamos haciendo es lo mínimo", añadió en tono tranquilizador, en un momento en el que la formación sigue conmocionada tras el asesinato de Nasrala y el país entero espera al nombramiento del próximo líder, una decisión que según Qassem se tomará "lo antes posible".
En paralelo, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, alimentó durante la jornada las informaciones publicadas por medios estadounidenses sobre una incursión militar terrestre "inminente".
"La siguiente fase de la guerra contra Hizbulá comenzará pronto. Será un factor importante para cambiar la situación de seguridad y nos permitirá completar la importante (misión) de devolver a los residentes a sus hogares”, dijo el ministro, en referencia a los más de 60.000 israelíes que se han visto desplazados en el último año.
Gallant lanzó la advertencia apenas unas horas después de trasladar a los soldados israelíes, apostados en la frontera con el Líbano, que el Ejército israelí hará uso de todas sus capacidades en esta guerra, entre las que les incluyó a ellos como "parte de este esfuerzo".
En la divisoria, en el lado israelí, un fotógrafo de EFE describió la presencia este lunes de al menos tres enclaves militares, dos de ellos con "numerosos tanques y vehículos armados", y confirmó un "fuerte movimiento militar cerca de la frontera" con el Líbano.
Llamados a detener la escalada
Mientras tanto, los libaneses contienen el aliento. Más de mil personas han muerto y alrededor de un millón han tenido que huir de sus casas en las últimas dos semanas ante la brutal campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este del Líbano, pero también contra el extrarradio sur de Beirut.
De hecho, por primera vez en un año de conflicto, Israel bombardeó de madrugada un edificio residencial de la capital libanesa, concretamente en el barrio de mayoría suní de Cola, donde al menos tres de las cuatro personas que murieron eran miembros de la facción Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Asimismo, fuentes israelíes citadas por medios estadounidenses afirmaron que Israel ya habría realizado incursiones limitadas al otro lado de la frontera como el envío de tropas a los túneles de Hizbulá próximos a la divisoria.
Organizaciones internacionales y varios países, así como el Gobierno libanés, han advertido de las intenciones de Israel y han recordado la destrucción provocada en la frontera sur del Estado judío, donde se encuentra una devastada Franja de Gaza.
Desde Beirut, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, urgió a Israel a que "se abstenga de una incursión terrestre en el Líbano", algo que también exigió a Hizbulá para "evitar cualquier tipo de acción" que desestabilice aún más Oriente Medio y que pueda derivar en un conflicto regional.
"Queda una esperanza, pero queda poco tiempo", afirmó el jefe de la diplomacia de Francia, un país que junto a Estados Unidos ha propuesto una tregua de 21 días en el Líbano que ha sido ampliamente desoída por las partes enfrentadas.