La OIEA presiona a Irán por su pasado, mientras Teherán produce más uranio
OIEA expresa además su "seria preocupación" por la falta de cooperación iraní para esclarecer tres dudas y sospechas concretas acerca de posibles actividades nucleares no declaradas.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dirigido desde diciembre pasado por el argentino Rafael Grossi, parece estar decidido a aumentar su presión de verificación e inspección sobre Irán.
En el primer informe trimestral emitido por la agencia nuclear sobre Irán bajo dirección de Grossi, el nuevo director general expresa su "seria preocupación" por la falta de respuestas sobre pasadas actividades de la República Islámica.
"Esto afecta de forma adversa la capacidad del organismo para esclarecer y resolver preguntas y por ello dar garantías sobre la ausencia de materiales y actividades nucleares no declaradas en Irán", señala el OIEA en el documento emitido en Viena.
AUMENTO DE RESERVAS DE URANIO ENRIQUECIDO
Al mismo tiempo, los inspectores del organismo en Irán ha registrado que las reservas de uranio enriquecido -un material con uso civil y militar- se han triplicado en Irán entre noviembre y febrero pasado, superando por primera vez los mil kilos, muy por encima de los 300 permitidos por el acuerdo de 2015.
El llamado "plan completo de acción conjunto" (JCPAO, en sus siglas en inglés), firmado entonces seis grandes potencias e Irán, estipula importantes limitaciones al programa nuclear iraní, a cambio de alivios comerciales y económicos.
Todo ello, con el objetivo de evitar que Irán pueda hacerse con armas atómicas en menos de un año.
Estados Unidos, uno de los firmantes de ese acuerdo, lo abandonó en mayo de 2018 y volvió a imponer sanciones contra Irán, incluyendo un estricto embargo petrolero que ha golpeado duramente la economía de la República Islámica.
EL JCPOA EN PELIGRO
Con un stock de 1.020 kilos de uranio enriquecido el pasado 18 de febrero, en su mayoría con una pureza superior al 3,67 %, estipulada en el pacto, Irán sigue estando muy lejos de los más de 10.000 kilos que tenía hasta 2015.
Sin embargo, el persistente incumplimiento iraní del JCPAO aumenta la tensión entre Irán y las cinco potencias que siguen en el pacto tras el abandono estadounidense de 2015.
Irán decidió en mayo pasado incumplir de forma gradual el acuerdo con la intención de presionar a los países europeos del pacto (Reino Unido, Francia y Alemania) para que le garanticen las ventajas comerciales prometidas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, considera que el acuerdo, negociado bajo su antecesor, Barack Obama, le dio a Irán más ventajas y alivios económicos para expandir su poder en Oriente Medio, concretamente en los conflictos de Siria, Yemen e Irak.
OIEA CRITICA A IRÁN POR FALTA DE COOPERACIÓN
En cuanto al acuerdo de salvaguardas (controles) de materiales nucleares, el OIEA critica a Irán por no esclarecer tres dudas y sospechas concretas acerca de posibles actividades no declaradas.
Según relata el OIEA, Irán no ha respondido a una serie de preguntas ni ha concedido el acceso a ciertos sitios.
El llamado "Protocolo Adicional" del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), que Irán está aplicando en el marco del JCPOA, permite al OIEA visitas a cualquier lugar sin aviso previo.
Las dudas del OIEA incluyen la limpieza de una instalación supuestamente usada de forma no declarada, el supuesto almacenamiento de material nuclear y partículas de uranio natural procedentes de un sitio desconocido.
Tras ignorar varios intentos del OIEA para recibir respuestas, Irán respondió a finales de enero pasado diciendo que no reconoce alegaciones sobre pasadas actividades, previas a la entrada en vigor del JCPAO, en enero de 2016, por lo que no piensa responder a las preguntas del OIEA ni conceder el acceso solicitado a lugares.
ACTIVIDADES DE HACE 20 AÑOS
Un alto oficial cercano al OIEA confirmó este martes ante la prensa en Viena que las actividades cuestionadas se produjeron a comienzo de los años 2000, o sea, hace casi dos décadas.
Esto sería probablemente anterior a descubrirse el programa nuclear clandestino de Irán en 2002, que según análisis previos del OIEA tuvo posiblemente una vertiente militar hasta 2009.
"No se tata de un asunto nuevo. Los inspectores empezaron a hacer preguntas a Irán en julio pasado y no recibieron respuestas, pues ahora quieren acceso a estos lugares", explicó la fuente bajo condición del anonimato.
En todo caso, los expertos del OIEA desconocen si estos sitios están conectados de alguna forma entre sí. "Es asunto de Irán responder a esa duda", concluyó la fuente.
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