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La policía de Moscú suprime protesta y arresta a 600 personas
El hecho pone en evidencia la creciente insatisfacción con un entorno político dominado por el partido Rusia Unida, alineado con el Kremlin.
La policía de Moscú reprimió duramente una manifestación no autorizada por segundo fin de semana consecutivo, deteniendo a unas 600 personas que protestaban por la exclusión de algunos candidatos independientes y de la oposición de las elecciones municipales de septiembre.
El hecho pone en evidencia la creciente insatisfacción con un entorno político dominado por el partido Rusia Unida, alineado con el Kremlin, en el que las voces disidentes son marginadas, ignoradas o reprimidas.
Un grupo de monitoreo de detenciones, OVD-Info, dijo que 685 personas fueron detenidas el sábado. El Ministerio del Interior ruso dijo que el número era de unos 600. Hace una semana, las autoridades detuvieron a casi 1.400 personas en una protesta similar.
Lyubov Sobol, una candidata que se quedó fuera de la boleta y una de las figuras principales de la actual ola de protestas, estaba entre las personas arrestadas. Agentes policiales la metieron en una camioneta van de la policía, mientras ella exigía a gritos saber por qué estaba siendo detenida.
Pese a las advertencias reiteradas de la policía de que tomaría medidas si se realizaba una protesta, los manifestantes trataron de marchar a lo largo del circuito de circunvalación que rodea el centro de Moscú y que es una zona popular para los peatones.
El Ministerio del Interior dijo que el número total de manifestantes era de unos 1.500, aunque se cree que la policía subestima los cálculos de la multitud para los eventos organizados por la oposición.
En la plaza Pushkin, un punto de encuentro donde iba a comenzar la marcha de protesta, agentes antimotines con cascos detuvieron a varios manifestantes. En otra plaza a lo largo de la ruta de protesta planeada, los policías antidisturbios unieron sus brazos y alejaron a la gente.
Algunas de las detenciones fueron violentas, incluyendo la de un joven ciclista que fue golpeado con porras mientras yacía en el pavimento, aún montado sobre su bicicleta. Otros detenidos parecían indiferentes, sonriendo o revisando sus teléfonos mientras la policía los llevaba a los autobuses.
Los manifestantes se dispersaron después de unas cuatro horas, cuando comenzó a caer una lluvia constante y fría.
La votación de septiembre para el ayuntamiento de Moscú, que en su día fue un asunto local y discreto, es ahora emblemática de la división de la política rusa y de las continuas luchas del Kremlin con respecto a cómo lidiar con los puntos de vista fuertemente opuestos en su capital, de 12,6 millones de habitantes, que está en expansión.
En el último mes, el tema ha provocado una protesta sorprendentemente grande por tratarse de una elección local. El 20 de julio, unas 20.000 personas participaron en una manifestación que fue la más grande en la ciudad en varios años.
El sábado, unas 2.000 personas asistieron a otra manifestación en San Petersburgo en apoyo a las protestas en Moscú, informó el sitio de noticias local Fontanka.ru.
El Concejo Municipal de Moscú, que tiene 45 escaños, es responsable de un importante presupuesto y ahora está controlado por el partido Rusia Unida. Todos sus escaños, que tienen un mandato de cinco años, están en juego en la votación del 8 de septiembre.
También el sábado, el Comité de Investigación de Rusia, anunció la apertura de una causa penal contra la Fundación para la Lucha contra la Corrupción, encabezada por el más destacado enemigo del Kremlin, Alexei Navalny. El Comité dijo que se sospechaba que la organización había recibido fondos de procedencia ilícita.
Navalny está cumpliendo 30 días en la cárcel por llamar a la protesta de la semana pasada. El jefe de la fundación también está preso en relación con esa protesta.
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