En la noche del 7 al 8 de abril el astro brillará más que nunca, con un deslumbrante color rosado.
redacción
La Luna se podrá ver más grande y brillante que lo habitual en los próximos días. Abril comenzó y junto a él traerá un fenómeno astronómico digno de admirar, en este caso en cuarentena. Más de una cuarta parte de la humanidad se encuentra bajo similares esquemas de aislamiento, en donde las personas permanecen en sus casas como una de las medidas para combatir al COVID-19, el nuevo coronavirus.
La superluna rosa será una excelente oportunidad para que desde balcones, terrazas y ventanas, se pueda apreciar en la noche del 7 al 8 de abril el astro más brillante que nunca, con un deslumbrante color rosado.
Según científicos de la NASA, este fenómeno ocurre cuando el satélite se acerca a la Tierra en un 10% o más, de lo que generalmente lo hace. Este año ocurrirán otros dos eventos similares, pero que a diferencia de esta oportunidad, no serán visibles.
Se trata de la primera Luna llena del equinoccio de primavera en el hemisferio norte, o de otoño en el hemisferio sur. Será la única del mes y, cuenta con un trasfondo de tradición: para la astronomía antigua marcaba el inicio de la celebración de Pascua, que casualmente coincide con la jornada que se vive hoy de Domingo de Ramos, evento que marca el inicio de esta celebración religiosa.
Se trata de una Luna llena que, al orbitar, se forma en el punto más cercano a la Tierra, proceso denominado perigeo, que es el punto de la órbita de la Luna, de un satélite artificial o de la trayectoria de una nave espacial en el que existe menos distancia con respecto al centro de la Tierra. De acuerdo a los astrónomos, las superlunas pueden parecer tener hasta un 14 por ciento más de su tamaño habitual y ser hasta un 30% más brillantes que las lunas llenas normales.
Por el contrario, el punto más alejado de la elipse de la Luna se denomina apogeo y se ubica a unos 400 mil kilómetros de la Tierra. El perigeo se determina a unos 365 mil kilómetros. La primera superluna de este año ocurrió a inicios de marzo. Las siguientes que podrán apreciarse ocurrirán entre el 5 y 6 de mayo, aunque no se cree que se pueda vislumbrar con tanta claridad como la actual.
Aunque la realidad es que la Luna no cambia al color rosa, lo que sí hace es aumentar en gran magnitud su brillo, en un 15% más. Su nombre se lo pusieron los nativos americanos, debido a que este fenómeno ocurre en la primavera, una época de muchas flores flox en los Estados Unidos, que tienen estas tonalidades de colores.
“En el hemisferio norte, la luna llena en abril se llama Pink Moon (luna rosada), un nombre que proviene del musgo rosa, conocido también como flox de tierra silvestre, que en el este de los Estados Unidos es una de las primeras flores que germinan en primavera”, especificó la NASA en su sitio web
Por su tamaño y características, se podrá observar, a simple vista, desde cualquier lugar del mundo.