Más de 200 detenidos en las protestas de París
Arde en Francia la furia de los chalecos amarillos, alimentada por el fuego de Notre Dame. Los manifestantes del movimiento francés de los chalecos amarillos prendieron varios fuegos durante una marcha a través de París para transmitir su mensaje a un gobierno que creen que está olvidando a los pobres: que la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, dañada por el fuego, no es el único problema que Francia tiene que resolver.
Al igual que los chalecos de alta visibilidad que usan los manifestantes, los pequeños incendios dispersos en París parecían ser un llamamiento colectivo al gobierno del presidente francés Emmanuel Macron: "¡Voltea a verme, yo también necesito ayuda!".
La policía disparó cañones de agua y roció gas lacrimógeno para tratar de controlar a los manifestantes radicales que cometieron actos violentos al margen de la marcha mayormente pacífica y que fue de las varias acciones que se produjeron en París y otras ciudades francesas.
Muchos manifestantes se sienten frustrados porque la campaña internacional para ayudar a Notre Dame ha eclipsado el movimiento de cinco meses de antigüedad contra la desigualdad de la riqueza.
Es la 23ra semana del movimiento contra la inequidad social y el liderazgo del presidente Macron.