La pareja posó muy sonriente con el recién nacido, que pesó 3,800 kilos y que, según su padre, "se parece a Catalina, gracias a Dios".
LondresEFELa calma regresó hoy al Reino Unido tras la explosión de júbilo nacional que acompañó al nacimiento del príncipe de Cambridge, que tras abandonar el martes el hospital en brazos de sus padres, Guillermo y Catalina, pasó su primera noche en casa.El bebé, que aún no tiene nombre, atravesó ayer las puertas del ala privada de maternidad "Lindo" sostenido por la duquesa de Cambridge para ser presentado a los numerosos fotógrafos y periodistas que esperaban desde hace dos semanas el acontecimiento.
La pareja posó muy sonriente con el recién nacido, que pesó 3,800 kilos y que, según su padre, "se parece a Catalina, gracias a Dios".
Tras la breve presentación, los duques se dirigieron al palacio de Kensington, su nueva residencia oficial recientemente reformada y donde el propio Guillermo vivió con su madre, la desaparecida Diana de Gales.Allí el pequeño pasó su primera noche en casa mientras los duques de Cambridge deciden aún qué nombre llevará el que está llamado a convertirse en rey de Inglaterra algún día."Aún estamos trabajando en ello.
Es la primera vez que lo vemos en realidad, así que estamos aprovechando para conocerle", explicó Guillermo a los periodistas que le preguntaron por esta cuestión a la salida del hospital.Los próximos días del bebé podrían transcurrir lejos de su residencia oficial, concretamente en el pueblo inglés de Bucklebury, a las afueras de Londres, donde se encuentra la casa familiar de los padres de Catalina, Carole y Michael Middleton, según los medios británicos.
Guillermo y su esposa ya pasaron allí los días previos al nacimiento del bebé y entonces los medios apuntaron que la manifiesta cercanía de la duquesa con sus padres sería determinante en los primeros días tras el parto.En tanto, el príncipe Guillermo disfrutará de dos semanas de baja por paternidad antes de regresar a su trabajo como piloto de helicópteros de rescate en Gales.No obstante, antes partir hacia la campiña inglesa, el nuevo príncipe podría conocer a su bisabuela, la reina Isabel II, que podría desplazarse al palacio de Kensington para ver al pequeño antes de empezar este viernes sus vacaciones en el castillo de Balmoral, en Escocia, según los medios británicos.