Trece trabajadores del hotel Saratoga siguen desaparecidos
El grupo turístico estatal cubano Gaviota explicó este sábado que de las 51 personas que se encontraban en el Hotel Saratoga cuando explotó, 13 permanecen desaparecidas.
El delegado de Gaviota en la regional occidental de Cuba, Roberto Enríquez Calzadilla, explicó en una conferencia de prensa que el hotel no estaba abierto al público y que se alistaba para reabrir el 10 de mayo.
De los 51 trabajadores que se encontraban en el edificio, 11 han fallecido y 13 permanecen desaparecidos, indicó. De los demás, un gran número resultó herido, pero actualmente sólo seis permanecen hospitalizados.
Hasta el momento, y según los últimos datos ofrecidos por medios oficiales, un total de 32 personas han fallecido en este siniestro en el corazón turístico de La Habana Vieja.
Entre los muertos se encuentran cuatro menores y una mujer embarazada. El Gobierno español ha lamentado la muerte de una nacional, la gallega Cristina López-Cerón Ugarte.
Además, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) cifró en 80 el número de lesionados y en 46 el de hospitalizados (31 adultos y 15 niños). Entre los heridos hay un español -pareja de la fallecida- y una cubano-americana.
El Minsap situó en 19 el número total de desaparecidos.
Enríquez habló de un "lamentable accidente" y subrayó que el hotel estaba siguiendo "todos los protocolos y metodologías establecidas por el grupo Gaviota".
La vocera del Ministerio de Turismo (Mintur) Dalida Alba González García incidió asimismo en este punto y evitó dar detalles sobre el accidente alegando que la investigación aún no ha finalizado.
Agregó que se trataría de "especulaciones" que no contribuirían al esclarecimiento de lo sucedido.
El Gobierno cubano ha avanzado que parece que se trató de un escape de gas. Una comisión está investigando los hechos.
Mientras tanto, prosiguen las tareas de desescombro en el lugar del siniestro, con maquinaria pesada y personal especializado, que no se han detenido en toda la noche.
Los equipos de rescate tratan de acceder al sótano del edificio, ante la posibilidad de que pudiese haber personas atrapadas en su interior.
Las condiciones en el Saratoga son extremadamente difíciles por la cantidad de escombro y la precaria situación de la estructura, con partes que podrían venirse abajo en cualquier momento.