Trump distancia a EE.UU. del régimen internacional de comercio de armas
Estados Unidos firmó ese tratado de la ONU en 2013, durante el Gobierno de Barack Obama
El presidente de EE.UU., Donald Trump, distanció este viernes a su país del régimen internacional de comercio de armas convencionales, al anunciar que retirará el apoyo estadounidense a un tratado de la ONU que regula el intercambio global de armamento para evitar que caiga en las manos equivocadas.
En un discurso ante el poderoso grupo de presión Asociación Nacional del Rifle (NRA), Trump anunció que retirará el apoyo estadounidense al Tratado sobre Comercio de Armas (ATT, en inglés), un pacto que entró en vigor en 2014 en un centenar de países y que afecta desde a armas pequeñas hasta a buques y aviones de combate.
"La ONU recibirá pronto una notificación formal de que Estados Unidos rechaza este tratado", subrayó Trump ante la reunión anual de la NRA en Indianápolis (Indiana).
Estados Unidos firmó ese tratado de la ONU en 2013, durante el Gobierno de Barack Obama, pero el Congreso estadounidense nunca llegó a ratificarlo, así que no ha entrado en vigor en el país.
La decisión de Trump tiene, por tanto, un impacto más simbólico que práctico, pero aparca definitivamente la participación de Estados Unidos -el mayor exportador de armas del mundo- en un pacto que prohíbe entregar armamento a aquellos países donde se determine que pudieran usarse para genocidios o crímenes de guerra.
El Gobierno estadounidense quedará así al mismo nivel que otros grandes vendedores de armas, como Rusia y China, que no han firmado el tratado de la ONU.
"Revocaremos el efecto de la firma de Estados Unidos de este tratado tan profundamente equivocado", aseguró Trump.
El mandatario rubricó una carta en la que pedía al Senado "que interrumpa el proceso de ratificación del tratado" y se lo envíe "al Despacho Oval", donde prometió "deshacerse" de él.
"Nunca permitiremos que burócratas en el extranjero pisen su libertad (de portar armas) garantizada en la Segunda Enmienda" de la Constitución estadounidense, prometió Trump a la NRA.
Ese grupo de presión, que donó 30 millones de dólares a su campaña electoral en 2016, se opuso a la firma en 2013 del ATT, por considerar que ninguna norma internacional debía entrometerse en su derecho constitucional a la tenencia y comercio de armamento.
Desde que llegó al poder en 2017, Trump se ha desmarcado de muchos foros y pactos internacionales, entre ellos el acuerdo nuclear con Irán y el de París sobre el clima. El próximo agosto abandonará también el tratado INF, por el que EE.UU. y Rusia acordaron eliminar sus misiles de corto y medio alcance.
El Tratado sobre Comercio de Armas surgió de una propuesta de Óscar Arias, expresidente de Costa Rica (1986-1990 y 2006-2010) y Premio Nobel de la Paz, y busca frenar los flujos de armas a zonas de conflicto, favoreciendo el respeto a los derechos humanos.
Entre los equipos que regula el pacto hay desde armas cortas a tanques y aviones de combate, pasando por misiles, vehículos bélicos blindados y helicópteros para operaciones militares.
Hasta este mes, cien países de todo el mundo han ratificado el acuerdo, incluidos varios de los principales exportadores de armas del mundo, como Francia, el Reino Unido, Alemania y España; y varias naciones latinoamericanas, como México, Brasil, Argentina o Chile.
La Casa Blanca argumentó, sin embargo, que otros grandes exportadores de armas, entre ellos Rusia y China, no han ratificado el tratado, lo que reduce su impacto a nivel global.
"Estados Unidos ya es líder en cuanto a estándares para regular las transferencias de armas", aseguró a los periodistas un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.
"Por tanto, este tratado no cumple ningún objetivo de política exterior de Estados Unidos, y solo pone en riesgo los derechos de ciudadanos estadounidenses" a poseer armas, apuntó la fuente.
La decisión indignó a varias figuras de la oposición demócrata, entre ellas el presidente del Comité de Exteriores en la Cámara Baja, Eliot Engel, que planea programar una audiencia sobre el tema.
"Hoy, el presidente retiró a EE.UU. de un tratado global para controlar el tráfico de armas y lo hizo por motivos políticos, para apaciguar a la Asociación Nacional del Rifle. Es aberrante que use la diplomacia internacional para consentir a su base (...) y más cuando se trata de armas que ponen vidas en peligro", afirmó Engel.
Preguntado por la decisión, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, subrayó que el secretario general, António Guterres, es un convencido de la "necesidad de acciones continuadas en al ámbito del desarme", y recordó que "ha hablado muy claro" en favor de este y otros tratados para controlar el armamento.
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