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Vizcarra supera grave crisis política y seguirá como presidente de Perú
Tras un crispado debate, en el que incluso un legislador opositor deseó que en el futuro se aplique la pena de muerte al mandatario, el pedido se quedó muy lejos de los 87 votos mínimos que establece la ley peruana para que un jefe de Estado sea removido del cargo.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, superó la enésima crisis de su corto período de gobierno, que comenzó en marzo de 2018, luego de que el pleno del Congreso rechazara este viernes una moción para destituirlo por una presunta "incapacidad moral" para seguir en el cargo.
Vizcarra, quien ha debido afrontar permanentes choques con el Congreso, la grave crisis sanitaria causada por la COVID-19 y el duro impacto económico generado por la pandemia, salvó, por una gran mayoría, la posibilidad de dejar el cargo tan solo diez meses antes del fin de su mandato.
Un grupo de congresistas había acusado al gobernante de "incapacidad moral" y pedía su destitución luego de que el pasado 10 de septiembre se difundieran tres audios que supuestamente revelaban que había ocultado o mentido sobre su participación en la contratación de un histriónico cantante en el Ministerio de Cultura.
Este viernes, tras un crispado debate, en el que incluso un legislador opositor deseó que en el futuro se aplique la pena de muerte a Vizcarra, el pedido se quedó muy lejos de los 87 votos mínimos que establece la ley peruana para que un jefe de Estado sea removido del cargo.
La posibilidad de que Vizcarra fuera reemplazado hasta el próximo 28 de julio por el presidente del Congreso, Manuel Merino, uno de los impulsores de su destitución, recibió 78 votos en contra, 32 a favor y 15 abstenciones.
Después de unas diez horas de debate, el Congreso mantuvo a los peruanos innecesariamente en ascuas al decidir votar primero por una ley pendiente, en este caso de financiación de los partidos políticos, para solo después proceder a la consulta sobre la destitución.
Ante el pleno Legislativo, reunido de manera virtual y con solo los portavoces de las bancadas en el hemiciclo, el gobernante enfatizó que su país "no puede estar detenido por unos audios sin ninguna validez", aunque pidió "sinceras disculpas" por la crisis generada por las grabaciones ilegales, supuestamente hechas por su exsecretaria Karem Roca.
Tras reconocer que su voz sí aparece en una de las grabaciones que se refieren al caso del cantante Richard "Swing" Cisneros, cuestionado por su cercanía con el mandatario, Vizcarra afirmó que las acusaciones se basan en audios "sin peritaje, sin ser contrastados, sin que aún se reconozca la veracidad de su contenido".
El gobernante pidió, finalmente, al Legislativo que no se genere "una nueva crisis sin fundamento que afectaría a los peruanos mas vulnerables" en plena crisis de la COVID-19 y confió en que los parlamentarios harían "prevalecer sus valores democráticos".
Vizcarra señaló luego, cuando ya estaba en Trujillo, que decidió presentarse ante el Congreso para "dar la cara" y porque siempre está "al frente de las autoridades y del pueblo".