15 nuevos diáconos
El arzobispo de Panamá, José D. Ulloa Mendieta consagró ayer a 15 nuevos ministros de la Iglesia, en un acto realizado en el gimnasio de la Universidad Santa María la Antigua.
Durante la homilía, Ulloa advirtió que el diácono no puede andar a la libre, no es un “parroquito”, no es un “sacerdote”; su ministerio es bien específico el que debe ejercer primero en su hogar, para luego hacerlo en las comunidades cristianas. A su vez tienen el oficio de enseñar, están llamados a proclamar e instruir a los demás, Dios los ha llamado a ser hombres de justicia y de paz.
Los nuevos diáconos permanentes representan a ocho parroquias de la Arquidiócesis de Panamá. Ellos son: Arcenio Andrión López, Boris Oriel Castillo Frías, Ricaurte Chávez Martínez, David Delgado Galástica, Orlando Antonio García Barríos, Giovanni Guerra Olaya, Inocente Guerra Polanco, Saturnino Labrador Bazán, Luis Carlos R. Leal Quintero, Rangel León Córdoba, Eduardo Jovani Mendoza Ramos, Adelino Andrade Pérez Sánchez, Gilberto Antonio Tapia Bloise, Erick Estuardo Valenzuela Flores y Chanito Vásquez Paredes.
La preparación de los candidatos al Diaconado Permanente, comienza con el año Propedéutico, luego pasan a la Universidad Santa María la Antigua (USMA), para formarse en ciencias teológicas al tiempo que van desarrollando su servicio en áreas pastorales como en las cárceles, los hospitales, comunidades rurales y urbanas.
Un diácono permanente puede bautizar, bendecir matrimonios, asistir a los enfermos con el viático, celebrar la liturgia de la Palabra, predicar, evangelizar y catequizar. Pero, a diferencia del sacerdote, no puede celebrar la Eucaristía (misa), confesar o administrar el sacramento de la unción de los enfermos.