Adolescentes en Panamá desconocen sus derechos
La UNICEF ha identificado 10 brechas en la capacidad de los adolescentes panameños de poder ejercer sus derechos. Estas brechas fueron identificadas en un informe recientemente ...
La UNICEF ha identificado 10 brechas en la capacidad de los adolescentes panameños de poder ejercer sus derechos.
Estas brechas fueron identificadas en un informe recientemente presentado, bajo el título de "Análisis de Situación de los Derechos de los y las Adolescentes en Panamá".
La UNICEF señala que la primera brecha es que no se ha cumplido con una serie de recomendaciones en materia de derechos, como elevar la edad mínima de responsabilidad penal en adolescentes de 12 a 14 años, la derogación de las disposiciones jurídicas por las que está permitido conceder permisos de trabajo a los niños de 12 a 14 años de edad, y la eliminación del toque de queda para adolescentes.
La segunda brecha es que los adolescentes en Panamá desconocen sus derechos en gran medida, pues no hay información suficiente y las instituciones encargadas de facilitar su acceso no generan acciones estructurales para comunicarlo.
Los adolescentes también carecen de una visión y planificación para atender sus necesidades en temas como definición identitaria, búsqueda de pares, exploración del espacio público, desarrollo físico y sexual.
La otra brecha se vincula con la existencia de una oferta de programas y proyectos de parte de las instituciones y organizaciones sociales desbalanceada, priorizando la inversión pública en los grandes focos poblacionales y descuidando otros territorios como las comarcas.
Además está el tema de la falta de acceso a las tecnologías de la información en zonas indígenas.
En términos de violencia sexual, las mujeres adolescentes son víctimas en comparación con los hombres en proporciones casi de 9 a 1.
A nivel de nutrición, la prevalencia de obesidad en mujeres adolescentes supera a los hombres en casi 10%.
En cuanto a educación, si bien los hombres tienden a porcentajes de desescolarización más altos que las mujeres, las niñas y adolescentes que están fuera del sistema tienen mayores desafíos para retornar debido a la asignación de las tareas de cuidado y trabajo doméstico no remunerado.