Arzobispo: afropanameños siguen siendo discriminados
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa dedicó la homilía a la conmemoración de los 21 años de la creación del Día de la Etnia Negra en Panamá.
Monseñor instó a sensibilizar y reconocer nuestra afrodescendencia, reconocer su riqueza cultural, sus valores, sus tradiciones, y que nos hace a todos ser panameños con particulares muy especiales, que la alegría, la espiritualidad, el valor de la familia especialmente la familia extendida por la cercanía de la convivencia comunitaria, el respeto a los adultos mayores, en especial de los abuelo, son parte de todas las riquezas de los afrodescendientes, la deliciosa comida.
Según Ulloa, la iglesia católica es consciente de la situación de racismo, discriminación y marginación, y que la historia del afro ha sido atravesada por una exclusión social, económica, y política, y sobre todo racial, ya que aun en la actualidad los afroamericanos y las indígenas siguen amenazados en su existencia física, cultural y espiritual y sus comunidades no son tratadas con igualdad de condición, ni tiene las mismas oportunidades de progresar.
El arzobispo indicó que en nuestro país, la iglesia ha acompañado a la comunidad al caminar junto de la mano con los afros panameños en distintos procesos o para su inclusión como la creación de las políticas públicas y el plan de inclusión de los afros-panameños.
“Queridos hermanos, hay que recuperar la memoria histórica, incluir en la educación para visibilizar esa parte de la historia excluida, hay que formar en el sano orgullo a la niñez y a la juventud afrodescendiente y al resto en el respeto y la convivencia pacífica”, exhorto.
En otro aparte, Ulloa señaló que recibimos la invitación a ser buscadores de Dios, para que aprendamos amar como el padre nos ama, aprendamos a vivir como el hijo nos enseñó, unidos en el Espíritu Santo que nos aliento.
“A veces algunos calladitos se ven más bonitos, porque hablan de Dios y Dios…” dime cómo te comportas con el hermano, y así mismo me estás revelando cómo es tu Dios”, sentenció.
Manifiesta que en la experiencia de esta pandemia, nos hacía falta congregarnos, “porque la verdadera felicidad es vivir en una iglesia comunidad para poder hacer del mundo una comunidad, hasta el día en que todos sin excepciones participemos eternamente de la comunión divina”.
“Hoy se nos hacen dos preguntas: ¿Cómo vivo la pertenencia en mi comunidad de fe? ¿estoy creando comunión en el mundo que me rodea? Estas son las preguntas que debemos hacernos todos los cristianos y todas las personas de buena voluntad”, expresó.
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