Buenos empleos estarán donde haya inversiones
Ronald Reagan dijo una vez “el mejor programa social del mundo es un empleo”, lo cual es más cierto hoy más que nunca en Panamá, luego de la peor catástrofe económica y laboral de su historia, cuando la economía y el empleo se siguen recuperando, pero a velocidades diferentes.
Ya el Producto Interno Bruto (PIB) supera los niveles prepandemia, pero los 66 mil nuevos contratos laborales tramitados por MITRADEL entre enero y marzo 2023 están muy por debajo de los 101 mil procesados por la entidad en el primer trimestre del 2019, al tiempo que pasamos de generar 3,079 nuevos informales por mes (2019) a 10,008 (2022).
Estamos generando 34% menos empleos formales y más del triple de los informales que antes de la pandemia. De cada 100 nuevos empleos que hoy genera la economía, 60 son informales, 10 funcionarios, y de los otros 30, 23 son temporales.
Existe una clara relación entre inversión y empleo. Entre el 2004 y agosto 2009 se generaron unos 210 mil empleos (81% formales) y anualmente entraron al país unos $1.8 mil millones de Inversión Extranjera Directa (IED). El PIB creció 46%.
En el 2010, Panamá logra obtener Grado de Inversión y el flujo de IED se duplica a más de $3.4 mil millones anuales, principalmente hacia obras de infraestructura, como la Ampliación del Canal y la Línea 1 del Metro, con un importante derrame en la economía, incluyendo la creación de 351 mil empleos (64% formales). La economía se expandió 47%.
De hecho, según el Informe “Mejores empleos en Panamá, el rol del capital humano”, del Banco Mundial (julio 2012), “cada $1 gastado en la expansión del canal generó $0.64 de demanda adicional (mayormente interna) de construcción y $0.36 de bienes de capital”.
Durante el período 2014-2019, el empleo creció en 193 mil plazas, 74% de ellos informales y 17% nuevos funcionarios. Ingresaron $21.8 mil millones de IED ($4.4 mil millones/año), con la inversión de Minera Panamá jugando un papel destacado. El PIB se expandió 26%, reflejo del proceso de desaceleración económica luego de la finalización de los trabajos de ampliación del Canal, tal como fuera anticipado por el referido Informe del Banco Mundial.
Irónicamente, la finalización de los trabajos de ampliación del Canal sirvieron de telón de fondo para un acelerado proceso de precarización y estatización del empleo. Entre agosto 2012 y abril 2022, se perdieron 59 mil empleos formales del sector privado, al tiempo que se agregaron 64 mil funcionarios y casi 250 mil trabajadores informales. Cada trabajador asalariado de la empresa privada que perdió su empleo fue “reemplazado” en la economía por 1 funcionario y 4 informales.
Los 6 sectores que hoy aportan las dos terceras partes de la fuerza laboral privada perdieron atractivo como negocio, y entre el 2012 y 2022, como bloque, sólo generaron empleo informal. Estos sectores son Comercio, Construcción, Logística, Industria, Hoteles/Restaurantes y Otras Actividades de Servicio, los cuales, los cuales representan 4 de cada 5 nuevos empleos creados en el 2022 y 9 mil de los 10 mil nuevos informales que se agregan mensualmente a la economía.
Dada la estrechez fiscal para impulsar proyectos de infraestructura pública (por demás necesarios), los empleos formales estarán donde haya inversión privada. El comercio, los servicios financieros y la minería representan las dos terceras partes de la IED, y seguirán atrayendo inversiones, así como generando empleos formales.
Pero sectores claves como la Construcción, Turismo y Logística presentan alta informalidad laboral (73%, 62% y 61%, respectivamente), indicativo de incertidumbre, por lo que es previsible que en esos sectores la expansión del empleo 2024-2029 sea mayormente informal.
En este contexto, se espera que el nuevo Contrato entre el Gobierno Nacional y Minera Panamá sea ratificado por la Asamblea, lo cual pudiera significar “un antes y un después” de la IED en el país.
No existe ninguna otra actividad económica que a corto o mediano plazo pueda reemplazar 4.8% del PIB y 40 mil empleos directos, indirectos e inducidos, así como aportar $375 millones anuales al Fisco y evitar la pérdida del Grado de Inversión, que según las 3 Calificadoras de Riesgo, depende de las exportaciones mineras.
Necesitamos atraer IED, cuyos flujos pasaron de $1.8 mil millones anuales (2004-2009) a $3.4 mil millones/año (2009-2019) y $4.4 mil millones al año (2014-2019), para caer a un poco más de $2 mil millones en el 2022, mientras otros países (como México) están logrando cifras record en sectores claves, como el turismo.
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