Colosales ballenas jorobadas llegan a mares panameños
Llegó julio y consigo una de las temporadas más esperadas por los turistas y amantes de la biodiversidad: El avistamiento de cetáceos. Inmensas ballenas jorobadas provenientes del Pacífico Sur migran a nuestras aguas tropicales para reproducirse y dar a luz a sus crías.
En Panamá, lo largo de todo el año, se pueden ver comúnmente delfines manchados y nariz de botella en el Caribe y el Pacífico; además la orca también puede ser avistada en ambas costas, pero estos avistamientos son menos comunes.
El Archipiélago de las Perlas, en el Golfo de Panamá; Isla Iguana en Los Santos; Coiba en Veraguas y las Islas Secas, en Chiriquí, son espacios marinos en donde se pueden ubicar a las ballenas jorobadas en los meses de julio a octubre, cuando llegan en mayor número proveniente del Pacífico Sur. Las que vienen del Pacífico Norte arriban entre diciembre y marzo, pero en número muy reducido y solo se pueden observar en el Golfo de Chiriquí.
La ballena jorobada es la única especie migratoria reportada en mares panameños
Durante esta temporada de avistamiento es común disfrutar de un espectáculo que nos regala la naturaleza; hermosos delfines nadando y con algo de suerte, se puede observar el salto de las colosales ballenas. Un encuentro cercano con la fauna marina que cada día atrae a más turistas.
José Julio Casas, director nacional de Costas y Mares de MiAMBIENTE, explica que el turismo de avistamiento es una de las actividades turística de mayor crecimiento en el mundo, y en países como Panamá es una opción sostenible para las comunidades costeras que lo ofrecen.
El avistamiento de cetáceos cuenta una serie de reglas que son necesarias seguir a fin de proteger a la fauna marina y al ser humano. Estos pasos están establecidos en el Protocolo de Avistamiento de 2017. El Ministerio de Ambiente da seguimiento para que el avistamiento se registre de forma correcta; además técnicos de la entidad brindan campañas de capacitación a las personas que ofrecen el servicio de avistamiento previo al inicio de la temporada, a fin de que se desarrolle de manera sostenible con el menor impacto posible.