Economía panameña ‘hostil’ hacia jóvenes
Hoy el desempleo juvenil se mantiene es 15% y hay 238,851 Ninis de 15 a 29 años (23% del total). La edad promedio en los nuevos empleos es 44 años y la media de escolaridad requerida es 12 años. Es decir, en 10 años, la edad disminuyó, pero los requerimientos de instrucción formal aumentaron en casi 2 años y medio.
Los jóvenes están adquiriendo un rol cada vez más protagónico en el país, pero esa creciente importancia no se refleja en el ámbito laboral, donde cifras oficiales de muestran una sistemática alienación de los panameños (as) menores de 30 años del sector productivo, que lejos de ser un fenómeno coyuntural, se está agravando.
Ya antes de la pandemia, y según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el 2018, nuestras universidades graduaron a 32,709 profesionales (la mayoría menores de 30 años), pero sólo 1,957 de ellos (menos del 6%) encontraron trabajo en el 2019, reflejo de una economía “hostil” hacia la población joven.
Precarización y estatización del empleo en Panamá
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Entre 2013 y 2023 se crearon 266,264 empleos, pero hoy tenemos 25,705 asalariados privados menos y 77,234 funcionarios más, al tiempo que se agregaron 235,480 nuevos informales a la economía.
Es decir que cada trabajador formal del sector privado que perdió su empleo en esa década, fue reemplazado en la economía por 3 funcionarios y 9 informales, resultado del grave deterioro de la confianza en el clima para la inversión privada en sectores clave.
Este patrón se mantuvo con la pandemia. El desempleo en agosto 2019 era de 7.1%, hoy es 7.4%, 2.5 puntos inferior al 9.9% de abril 2022. Entre 2019 y 2023 se crearon 17,974 empleos, sin embargo, se perdieron 19,812 empleos asalariados privados, pero se agregaron 36,482 funcionarios y 49,039 nuevos informales. El desempleo bajó, porque aumentaron los informales y funcionarios.
Los jóvenes son los principales afectados
En agosto 2013, 2 de cada 3 empleos juveniles (67%) eran trabajadores de servicio al cliente (Comercio, Hoteles y Restaurantes), mano de obra no calificada, agricultores o artesanos (Construcción e Industria).
Los jóvenes de 15 a 29 años eran 33% de la población en edad productiva (15+ años), 28% de los trabajadores y 61% de los desempleados en el país. De cada 100, 51 trabajaban, 25 estudiaban y 24 eran “Ninis”. La edad y escolaridad promedio en los nuevos empleos eran 47 y 9.6 años, respectivamente.
Una década y una pandemia más tarde, los jóvenes (15 a 29 años) son 30% de la población en edad productiva, 24% de los trabajadores y 54% de los desocupados. De cada 100, 45 trabajan, 31 estudian y 23 son Ninis.
Hoy el desempleo juvenil se mantiene es 15% y hay 238,851 Ninis de 15 a 29 años (23% del total). La edad promedio en los nuevos empleos es 44 años y la media de escolaridad requerida es 12 años. Es decir, en 10 años, la edad disminuyó, pero los requerimientos de instrucción formal aumentaron en casi 2 años y medio.
Los trabajadores de servicio al cliente (Comercio, Hoteles y Restaurantes), mano de obra no calificada, agricultores y artesanos (Construcción e Industria) representan ahora 71% de todos los empleos juveniles en el país.
80% de la expansión laboral hoy viene de 8 sectores, Agricultura (7.1 años de escolaridad), Enseñanza (15.0), Hoteles/Restaurantes (10.7 años). Gobierno (13.5 años), Salud (14.3 años), Trabajo doméstico (10 años) e Industria (9.7 años).
Jóvenes obtienen menos empleos con buenos salarios
En relación al 2013, hoy hay 69,240 trabajadores más con salarios superiores a los $740 mensuales, pero 10,436 jóvenes menos ganan ese nivel salarial. Por ejemplo, el número de empleos Profesionales y Técnicos Medios, con salarios superiores a los $1,200 mensuales, aumentó en 61,676 plazas en la última década, pero hoy hay 2,843 menos jóvenes desempeñando esas funciones. En el 2013, 21% de estos empleos eran realizados por jóvenes menores de 30 años, hoy es 16%.
Más jóvenes buscando empleo digno, menos vacantes disponibles
La población estudiantil en edad productiva aumentó en 70,503 personas en los últimos 4 años, pero el número de vacantes disponibles en el mercado se redujo en 115 mil plazas.
Esto hace prever el agravamiento de la tendencia al aumento de la demanda (más jóvenes buscando trabajo) y la disminución de la oferta (menos vacantes disponibles para ellos), trayendo como consecuencia una aún mayor alienación de nuestros jóvenes del ámbito productivo.
Sin inversiones no habrá contrataciones
El colapso del empleo formal en Panamá guarda directa relación con la caída de la inversión privada en los sectores que generan la mayoría de los empleos, particularmente para jóvenes.
Urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio. De lo contrario, seguiremos generando informales y los jóvenes seguirán siendo los más afectados.
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