El fotógrafo del 9 de Enero será por fin panameño
La Asociación de Residentes y Naturalizados de Panamá informó que ha terminado con la organización de los documentos requeridos para solicitar la carta de naturalizacion para el peruano Emilio Gastelú, fotógrafo que captó las imagenes más impactantes de los sucesos del 9 de enero de 1964.
Ya antes el mandatario Laurentino Cortizo había solicitado a Migración otorgar a Gastelú, de 88 años, la categoría migratoria de residente permanente.
"Quiero morir siendo panameño, porque quiero que arropen mi ataúd con la bandera panameña", dijo Gastelú a Rafael Rodríguez, presidente de ARENA.
Es probable que hoy Cortizo -en los actos oficiales para recordar a los mártires de enero- firme la documentación.
Peruano de nacimiento, Emilio laboró en su tiempo en Crítica y también como fotógrafo para el jefe de Policía Nacional, José Antonio Remón Cantera.
Para el 9 de enero de 1964 tenía 32 años. La edición del 10 de enero de 1964, Crítica sacó una edición repleta de recuentos, testimonios e imágenes desgarradoras de la gesta heroica de centenares de estudiantes panameños que -defendiendo la soberanía nacional- se enfrentaron a soldados, policías y civiles estadounidenses armados hasta los dientes.
Entre todas las fotos, una se convirtió en símbolo. Mostraba a dos jóvenes estudiantes -uno de ellos portando una bandera panameña- subiendo la cerca que marcaba la frontera entre la nación y la Zona del Canal, mientras otros dos se aprestaban a seguirlos. Un grupo de chiquillos desafiando a la nación más poderosa de la tierra.
Quince días más tarde, salió otra edición memorable, pero de la revista estadounidense LIFE, que en su portada colocó la imagen igualmente icónica del 9 de enero de 1964.
Un grupo de estudiantes colaborando para amarrar una bandera panameña sobre un poste de luz al margen de la entonces llamada Avenida 4 de Julio, y dentro de la "Zona". A un lado, en la calle, el automóvil de un gringo arde en llamas.
En la base de ese poste, un estudiante de una escuela privada sirvió de primer escalón humano para que otros estudiantes pudieran amarrar la bandera en la cima. Sin esta valiosa ayuda de Diógenes García, no hubiese sido posible la hazaña.
En 1994, un incendio accidental acabó con casi todos los negativos de Gastelú. Aun así, su trabajo del 9 de Enero de 1964 ha perdurado en el tiempo.
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