El pasado nazi de la familia de Mossack
Jürgen Rolf Dieter Mossack, uno de los fundadores de la polémica firma de abogados Mossack Fonseca, es hijo de un exmiembro de las juventudes hitlerianas en Alemania y de la SS, quien huyó de su país tras la derrota de los nazis en la II Guerra Mundial y se volvió doble agente e informante para Estados Unidos, según reportó elmundo.es ayer domingo.
El título del reportaje biográfico es “Los Mossack: de las SS a ser 'reyes' de Panamá”.
Erhard Guenther Mossack (16 de abril de 1924), nacido en Grube-Ericka, el nazi, era un hombre de rostro adusto, 176 centímetros de estatura y varias cicatrices: en los dedos y debajo del brazo izquierdo, donde se cortó la piel para borrar un tatuaje que revelaba su vínculo con las SS. Su oficio: cerrajero y miembro de la temible división Totenkopf (que se puede traducir literalmente como "cabeza de muerto"). Cuando lo atraparon las fuerzas aliadas vendería información para salvarse. A eso se dedicaría el resto de su vida.
Su hijo, Jürgen Rolf Dieter Mossack (20 de marzo de 1948), nacido en Fürth, ciudad de Baviera, unos 178 centímetros, es uno de los protagonistas de los #PanamaPapers.
Jürgen Mossack, multimillonario, díscolo y vanidoso, buscaba ser una sombra para la sociedad panameña. Lo había aprendido de su padre, el nazi, quien llegaría incluso a ofrecerse como espía para Estados Unidos. La mansión de Jürgen Mossack en los Altos del Golf, una urbanización en Panamá donde viven expresidentes, diplomáticos y magnates, la misma donde residía el dictador Manuel Antonio Noriega, está protegida. Alrededor circulan berlinas del máximo lujo y vigilantes de seguridad. Las cámaras siempre están grabando.
"Nosotros pensábamos que era ingeniero", refiere una de nuestras fuentes periodísticas panameñas que no quiere ser citada. "Mossack tiene más poder que el presidente, decían, y yo ahora les creo". Lo que es indudable es que es multimillonario.
En 1935, según documentos del FBI, Erhard con 11 años entró en la Jungvolk, sección infantil de las juventudes hitlerianas. En 1940, volvió a su localidad natal y laboraba en una empresa minera. Con la mayoría de edad se apuntó a las Waffen-SS. En noviembre de 1942, lo transfirieron a una ya disminuida división Totenkopf, de la que un 80% había muerto en Demyansk (Rusia). Al joven Erhard lo enviaron primero a Francia. Después al frente soviético. Sus siguientes destinos: Checoslovaquia, Finlandia y Noruega. Es capturado por las tropas norteamericanas en marzo de 1945, dos meses antes de la caída del Berlín. Erhard estaba a punto de cumplir los 21 años.
Erhard estaba en posesión de una lista de nombres de miembros de las unidades los Werwolf (hombres lobo), una fuerza irregular creada por el general nazi Heinrich Himmler, en 1944, para mermar el avance de los aliados con tácticas de guerrilla y actos de sabotaje en las zonas que iban ocupando.
Erhard fue posiblemente un hombre lobo que se batió en retirada con una información que supo utilizar en su favor y que, según los datos que se han ido recabando sobre él, le permitió acortar su cautiverio. Según documentos procedentes de los servicios estadounidenses de inteligencia citados por el Süddeutsche Zeitung en el marco de los #PanamaPapers, el padre de Mossack no solo se prestó a colaborar sino también a recabar información para los aliados.
En la primavera de 1948 nació Jürgen Rolf Dieter Mossack Herzog. Erhard se había enamorado de Luisa Herzog.
Sorteó el proceso de Nüremberg y comenzó una vida trabajando como redactor para varios medios, incluido el 8 Uhr-Abendblatt de Nüremberg. Erhard, en 1960, se va con su familia a Panamá, donde trabajó para Lufthansa, al tiempo que -se especula- colaboró con la CIA desenmascarando comunistas.
Se sabe que regresó a Múnich, cual retiro dorado, durante los 70, para establecerse allí. Era la década en que su hijo Jürgen se iba haciendo fuerte en la ciudad de Panamá y Londres. Su bufete funcionaba. Era el germen inicial de lo que después sería Mossack Fonseca.
Los propios documentos internos de Mossack Fonseca sitúan el nacimiento de la firma en 1977, cuando no existía como tal sino solo la Jürgen Mossack Lawfirm. Es en 1986 cuando se establece el nexo que cambia su vida. El teutón se une a Ramón Fonseca Mora, su socio a partir de entonces. Ramón era el perfecto complemento para sus fines. No solo conocía el mercado internacional. Era el carisma que el hijo del nazi no tenía, las sonrisas que le faltaban.
El jueves 7 de abril, Jürgen Mossack renunció al prestigioso Consejo Nacional de Relaciones Exteriores de Panamá. La familia en pleno ha salido a defenderle en su círculo social. Se apoya en su mujer, la cubana nacionalizada panameña en 2007 Leydelises Pérez de Mossack. En su hija Nicole Mossack Acoca, casada con Tomas Altamirano (fundador de Futurad / Mivtech Inc). Y en la modelo Andrea Mossack Acoca, cuya pareja, Daniel Sessa, trabaja en el Programa Mundial de Alimentos, agencia especializada de la ONU. Estas últimas son hijas de un anterior matrimonio del alemán. Curiosamente, todas ellas figuran en distintas sociedades que aparecen en los registros mercantiles en Panamá.
El patriarca de los Mossack murió en los 90, en Múnich. Su mujer, cinco años más tarde. Se llevó a la tumba secretos, de esos que "podrían dañar a Alemania". Jürgen, su querido heredero, tras sobrevivirle, carga con otros, aún más enigmáticos.
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