Entregan restos mortales de la tragedia de Costa del Este
Los cuerpos de las tres víctimas del accidente del edificio Breeze, de Costa del Este, fueron entregados ayer a sus familiares.
La joven Sabrina Murillo, única sobreviviente, fue sometida a una operación tras un trauma craneoencefálico y el pronóstico médico es reservado.
En el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf) se realizaron las necropsias a las tres víctimas, tras lo cual los restos fueron entregados a sus familiares para su repatriación.
El empresario venezolano Eduardo Murillo, de unos 60 años, su hija Paola, de 17 años, y el costarricense Abel Sandí, novio de Sabrina, murieron al precipitarse desde el 4.° piso del edificio el auto Mini Cooper con placa No.550552.
Ayer muchas personas depositaron ofrendas florales en el lugar de la tragedia, mientras que en los jardines del Hospital Santo Tomás se realizaron cadenas de oración por la recuperación de Sabrina, quien permanece en cuidados intensivos.
Se pidieron donaciones de sangre tipo A+ , las cuales pueden hacerse en el Banco de Sangre del nosocomio el día sábado en horario de 8:00 a.m. a l2:00 mediodía.
El fiscal Rafael Baloyes se presentó al área de la tragedia con peritos de la Universidad Tecnológica de Panamá: ingenieros civiles y mecánicos para determinar el estado de la estructura y mecánico del auto. Además se tendrá la colaboración del Decanato de la Facultad de Ingeniería.
El fiscal Baloyes manifestó que este caso no tiene indicios de que se trate de un hecho doloso. Se busca determinar quién conducía el vehículo, pero se anticipa que era una de las chicas.
Los peritos han recabado una serie de materiales de construcción para someterlos a análisis científicos, y tener un informe correspondiente con relación a los materiales que fueron utilizados, agregó el fiscal.
El alcalde José Blandón explicó que el anteproyecto del edificio fue aprobado en el 2007 y el permiso de construcción otorgado en abril 2009. Los permisos de ocupación fueron entregados por etapas entre julio del 2010 al 2012. Incluso, el Breeze ganó en el 2011 uno de los premios que otorga la SPIA.
Para Gustavo Bernal, de la SPIA, a simple vista se aprecia que el edificio cumple con las normas de estructuras y explicó que los barandales se utilizan para ventilación y sin duda no pueden detener un auto.
Bernal dijo que en el área no se observa frenado y habría que determinar la velocidad. De cara a lo sucedido, el miembro de la SPIA recomendó adoptar nuevas medidas de seguridad en los estacionamientos de los edificios.
El Gobierno facilitó el retorno a Panamá de cuatro familiares de los Murillo y el traslado de los restos del joven Abel Sandí.
Paola Murillo era estudiante de la Academia Interamericana (AIP). Sabrina, de 20 años, y su novio Abel, de 26 años, habían estudiado en el Pan American School, en Costa Rica.
Héctor Murillo se jubiló recientemente de la transnacional Procter & Gamble y estaba desarrollando ahora un proyecto de envases tetrapack. Hace apenas 15 días había comprado el Mini Cooper para regalárselo a su hija.
Los primeros indicios del accidente revelan que pudo ser una combinación de velocidad e inexperiencia en el manejo.