Fútbol: en estado de descomposición
Era un secreto a voces que en los partidos de la LPF los jugadores estaban echando el “culo pa” tras’, entraban condicionados a un resultado, para favorecer una apuesta.
Me causa dolor, pena ajena, vergüenza, en este momento tengo una disfunción cognitiva, mi conciencia, la razón y mi amor por el fútbol tienen una lucha, sigo sin entender, sin poder soportar y aguantar tanta basura que ha salido debajo de la alfombra. La Liga Panameña de Fútbol, vive una etapa de las más nefastas de toda su historia desde que arrancó como Anaprof en 1988.
Era un secreto a voces que en los partidos de la LPF los jugadores estaban echando el “culo pa” tras’, entraban condicionados a un resultado, para favorecer una apuesta. Dicho más simple estaban tratando con el chantaje por dinero, perpetraban el llamado amaño de partido.
Los primeros en dar las campanadas al vuelo fueron: el portero del Alianza FC, Kevin Melgar: “nunca vendería mi dignidad”, anunciaba al término de un partido, en el Artes y Oficios. Una gran cantidad de dinero ofrecido para que su arco fuera vulnerado, pero detuvo un penal y acabo con el “parley”. Ya había pasado un año o más y en junio de 2023, data la denuncia de Fepafut.
Otro en denunciar este flagelo que daña el accionar y el rendimiento de la cancha y la pelota, fue el “Sir”, Gary Stempel, que guardando su investidura de caballero, a pie de cancha del “Muquita” explicaba los contrastes del desaparecido Atlético Chiriquí con CAI entregado totalmente con el arco abierto, pero contra él y el Sanfra, entraron como fiera, con cuchillos entre los dientes.
Era todo muy enrarecido, se anunciaban anticipados los marcadores, era conocido que todo estaba podrido. Más allá que se tiene que guardar la presunción de inocencia, seguimos aterrados mientras que la Fiscalía, tuvo un letargo de casi dos años, el fútbol seguía pudriéndose.
Marcadores y tiempos específicos, era lo que solicitan los “apostadores” para sacar ventaja, los ofrecimientos para las vendetas, oscilaban en montos que iban de 4,500 o a 10 mil dólares, para quienes desmejoraron su rendimiento en la cancha para conservar un marcador.
La Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, ha actuado al tener las escuchas telefónicas, donde se denota lo acordado y ofrecimientos de pagos en bitcoin. Los cargos son por delitos financieros, los primeros en comparecer a los tribunales por la operación “Garra” son: Óscar “La Bruja” McFarlane (exjugador) y los activos Lilio Mena y Rolando Gumbs.
Este nuevo escándalo, reciente aún más la endeble y arcaica estructura que tiene la LPF, que en Centroamérica, está expuesta como una de las peores ligas. Los resultados en la Concachampions nos indican un empate técnico con Nicaragua, siendo condescendientes, si tomamos en cuenta que en alta competencia el Cacique Diriangen FC, le ganó al más laureado, el Tauro FC y en el mismo Rommel.
El Dt colombiano, Nino Valencia, con voz sufrida, lo dijo en Batakazo: “todo era muy evidente, dañaron mi carrera, con ese mundo cochino de los amaños, lo mejor que logró Frank Perlo fue cambiar todo el Arabe Unido, que estaba contaminado, dañado y podrido”.
Nada justifica, pero ya es tiempo de revisar el “fair play financiero” o “tope salarial”, porque nuestros primeros protagonistas: el futbolista está lleno de necesidades, con pocas oportunidades y son muy afectados, con esos ínfimos salarios que le sirve para poco y sus angustias lo hacen caer en errores.
Somos vulnerables aficionados, dirigentes, jugadores, técnicos, periodistas. Ahora es cuando todas las fuerzas vivas del fútbol panameño se deben pronunciar, tratar de blindarse, para extirpar este mal que afecta. Ahora, caiga quien caiga se debe buscar esa integridad que es necesaria para volver la normalidad y la credibilidad.
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