Joven le mete al mazo y cambia llantas sin perder la feminidad
Según María Alexandra, este trabajo requiere "mañas" y actitud para hacer lo que se propone. Ella le gusta lo que hace y no le niega fuego a nada.
A sus 18 años la joven María Alexandra Saavedra Guerra, es una chica que sobresale, por una parte porque se dedica a un trabajo en el que es más común ver hombres. Ella sabe cambiar llantas en un taller, no descuida su pedicure y mantiene su feminidad sin ningún problema.
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Por supuesto había que conocer un poco más de ella y al conversar con Crítica, le relató que labora en este taller con herramientas pesadas, pero no le resulta para nada incómodo y le gusta.
"Soy capitalina. Como convencionalmente que es, este oficio es caracterizado más porque lo hacen los hombres, pero yo desde que estaba prácticamente en la barriga de mi mamá, me crié en esto. Mi mamá tiene este negocio desde 2001 y si ella puede yo también", dijo.
Según María Alexandra, este trabajo requiere "mañas" y actitud para hacer lo que se propone.
En un principio confiesa que inició como administradora en una sucursal de Plaza Tocumen, pero debido a su gusto por querer trabajar se metió de lleno al taller, algo que su madre asegura no le gusta porque es un ambiente de hombres.
"Después al pasar el tiempo empecé a trabajar con rines de hierro, estoy agradecida con el señor Noel que me enseñó a desarmar a poner las máquinas de cierta manera. A través del tiempo me gustó trabajar con llantas grandes, de mula, camiones, las que me han visto ahorita trabajar. Me fue gustando más y al pasar el tiempo aprendí mis técnicas, pasó el tiempo y encontré mi manera, entonces le dije a mi mamá que podía hacerlo sola", recalca.
Entre anécdotas afirma que su progenitora es una chiricana echada para adelante y cuando estuvo embarazada, seguía trabajando, además, con su barriga se dedicaba a cambiar llantas, desarmaba, ponía todo con tacones. "Si mi mamá puede, es una mujer empodera, entonces yo también puedo y le decía a mi mamá no hay llantero, voy yo. Le decía que los pelaos estaban ahí, por eso agarró la llanta, les sacó los rines", expresa.
Como una chica y que desea inspirar a la juventud, les dice a todos que sean perseverante, no pierdan su esencia y la humildad, por más cosas que tengan. Pide siempre tratar a todos bien y creer en Dios porque él es el único que nos sabe guiar por el camino correcto.
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