La CIA, metida en los Papeles de Panamá
Un nuevo capítulo de la novela de los Panama Papers se abrió al conocerse que exagentes de la CIA se valieron de los servicios del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca para controlar compañías ‘offshore’ en paraísos fiscales.
Según revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), un colaborador de máximo nivel, Kamal Adham, jefe de los servicios secretos saudíes entre 1960 y 1979, controló compañías involucradas en un escándalo bancario en EE. UU.
Otro de los nombres que se resalta en esta nueva filtración es el del empresario aeronáutico Farhad Azima –en el 2013 se descubrió que tenía vínculos con la CIA–, al haber dado apoyo a empresas subsidiarias de la agencia que operaron en Libia. Azima incorporó su primera sociedad en el 2000 con el nombre de ALG.
ICIJ también encontró el nombre del general colombiano Ricardo Rubiano-Groot, exjefe de Inteligencia de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), quien le dijo a la organización periodística Consejo de Redacción que, en efecto, fue accionista minoritario de West Tech Panama (actualmente en liquidación), creada para comprar una compañía de aviación estadounidense.
El pasado miércoles, el fiscal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara, en nombre del Gobierno de Estados Unidos, decidió abrir una investigación criminal sobre las filtraciones de los ‘Panama Papers’, pero desde hace casi una década un comité especial del Senado en Washington viene investigando las actividades de miembros activos y retirados de la CIA en cuanto a la incorporación de ‘offshores’.
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